Economía
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El mercado mexicano, inflexible y rígido, afirma delegado del PNUD

Perder empleos, retroceso para la mujer en la obtención de poder económico
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Magdy Martínez-Solimán, representante en México del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD) Foto La Jornada
 
Periódico La Jornada
Lunes 12 de septiembre de 2011, p. 27

La pérdida de 10 por ciento de los empleos del sector formal, pero sobre todo del informal, que sufrieron las mujeres de México a consecuencia de la crisis financiera de 2008-2009 es uno de los retrocesos más importantes que han enfrentado en su proceso de obtener poder económico, aseguró Magdy Martínez-Solimán, representante en México del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo PNUD).

El mercado mexicano es más inflexible y rígido que el de otras naciones y se mueve de manera extraordinariamente brusca con los vaivenes de la economía global y, desde luego, de la economía estadunidense.

Ahí perdieron las mujeres mexicanas, porque miles fueron expulsadas de los trabajos que se crearon durante la última década, principalmente de la economía informal, donde se centra la tercera parte de la fuerza laboral femenina, y perdieron algunas conquistas alcanzadas, como el acceso al mercado de trabajo y la obtención de un ingreso para su hogar, aseveró Martínez-Solimán.

Sin embargo, aseveró que la crisis propició también que se reforzaran otras conquistas de las mujeres: ganaron en protección social del Estado, ya que, con sus limitaciones y dificultades, funcionó razonablemente bien y extendió políticas públicas en materia de salud y estancias infantiles a estados y comunidades urbanas que antes no atendía.

Eso demostró que México tiene mejor Estado que mercado, puntualizó el funcionario en entrevista con La Jornada, a propósito del panel de alto nivel sobre la adquisición de poder económico por las mujeres, que presidirá Helen Clark, administradora general del PNUD, del 13 al 15 de septiembre, para celebrar en México el 50 aniversario del organismo.

En términos generales, consideró que las mediciones que tanto el PNUD como el gobierno federal tienen sobre la adquisición de poder y la igualdad de género nos permiten decir sistemáticamente la misma cosa: México ha avanzado, pero queda mucho por hacer.

Por sus avances, dijo, se escogió a México para celebrar el medio siglo de existencia del PNUD y se pretende que en la reunión de alto nivel que celebrará Helen Clark con funcionarios, legisladores y especialistas se firmen acuerdos para que México “exporte o comparta el conocimiento y avances que ha tenido en el empoderamiento de las mujeres”.

El PNUD hace hincapié en que el crecimiento incluyente implica una transformación de la economía mexicana y medidas que permitan a las mujeres liderear y ser parte activa de dicha transformación. Incluso considera como estrategia clave para acelerar el progreso y alcanzar los objetivos de desarrollo del milenio planteados por la Organización de Naciones Unidas (ONU) invertir en niñas y mujeres en todas las áreas.

En palabras de Martínez-Solimán, si se deja a la mitad de la población fuera de las escuelas y universidades, del mercado laboral, de ser propietarias de la tierra y del acceso al crédito por estereotipos que dicen que tienen que estar en casa como madres de familia y cuidadoras del hogar, no sólo es injusto y discriminatorio, sino lo más grave es que se niega a la sociedad la posibilidad de su propio desarrollo.

Las mujeres, enfatiza, deben disfrutar de las mitad de los derechos, “no sólo en el bedroom, sino también en el boardroom, como rezaba una provocativa frase del movimiento feminista anglosajón”.

Pero éso tampoco sucede en México, porque las mujeres sólo están presentes en 7 por ciento de los consejos de administración de las empresas, en contraste con el 25 por ciento que se registra en Finlandia, mientras menos de la quinta parte de los más de 2 millones de patrones mexicanos son mujeres.

Martínez-Solimán explica que la “adquisición de poder económico no sólo se refiere a la incorporación de las mujeres al mercado laboral o a ser consumidoras con poder de decisión. “La teoría más avanzada dice que hay factores que favorecen el empoderamiento y otros lo dificultan. La educación, la salud y el empleo lo favorecen, mientras la violencia y ciertos patrones culturales lo inhiben”.

Al hablar sobre la violencia en México, el representante del PNUD sostiene que sin restar importancia al problema, las autoridades se han dotado de un arsenal jurídico penal de los más avanzados del mundo para combatir “esa plaga del feminicidio, que es el más brutal e indeseable problema de la violencia contra las mujeres en México”.

Rezago en equidad salarial

Otros rubros donde México está rezagado es la equidad salarial, pues las mujeres ganan 36 por ciento menos que, los hombres por trabajos iguales, una brecha mayor al 30 por ciento de Paraguay o 10 por ciento de Argentina.

Tampoco ha crecido la representación femenina en los congresos federal y locales así como gobiernos estatales, y municipales. Frente al 30 por ciento de representación que se plantea, actualmente sólo 4 por ciento de las alcaldías las encabezan mujeres, concluye.