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Tercera jornada de los trabajos del Simposio Internacional del Libro Electrónico

Se creará el cerebro bibliotecario de México, anuncia la titular del CNCA

Forma parte del proyecto que incluye la adquisición de acervos personales y su digitalización

Dotará a todas las bibliotecas del país de acceso a Internet y en disco de esas obras, adelanta Sáizar

 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de septiembre de 2011, p. 4

Durante la tercera jornada del Simposio Internacional del Libro Electrónico, que se desarrolla en el Museo Nacional de Antropología, la titular del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CNCA), Consuelo Sáizar, anunció la creación del cerebro bibliotecario de México, la siguiente parte del denominado Proyecto Cultural del Siglo XXI, que incluye la adquisición de bibliotecas personales y su digitalización, proceso que ya se realiza en la Biblioteca José Vasconcelos.

“La idea es crear un gran cerebro bibliotecario, que será la transformación del sistema bibliotecario nacional.

Este cerebro permitirá dotar a todas las bibliotecas que tengan acceso a Internet con esos libros y también vamos a tenerlos en disco, con eso daremos la mayor oferta bibliográfica de la historia de México a toda la nación.

El plan prevé, además, el desarrollo de aplicaciones, y el primero es un libro del Nobel mexicano Octavio Paz. Ese cerebro incluirá también listas canónicas para preservar películas, canciones del patrimonio sonoro, los programas más ilustrativos del siglo XX.

Como autoridades culturales, dijo Sáizar, más allá de conveniencias tecnológicas o financieras, la idea es preservar los contenidos para que el lector pueda leerlos en el formato que decida, el que más placer le provoque.

Retos del e-book

Por otra parte, los retos del libro en el mundo digital, de acuerdo con los especialistas que participan en el simposio, incluyen sin lugar a dudas la lectura, su promoción y enseñanza, más allá de si los lectores se deciden por publicaciones impresas o digitales, hay que aceptar que la tecnología ya está aquí, por lo que es necesario que los eslabones de toda la cadena editorial encuentren formas de acercarse a los lectores, y la adecuación de los nuevos modelos digitales a la protección de los derechos de autor.

En las conferencias de este miércoles, los especialistas coincidieron en señalar que no desaparecerán los editores ni los libreros, sino que en los próximos años tendrán que transformarse y buscar formas de competir. La idea base es: perder el miedo.

Las librerías son necesarias, cuando pasan estos cambios no hay que verlos, hay que participar en ellos. En materia de promoción de la lectura tenemos que participar todos desde distintos puntos, tener claro que lo importante es el libro y lo secundario son los formatos, si es en papel o digital, lo que queremos es promover la lectura, señaló Alfredo Quirós, de la Librería Cervantes, de España, que ya participa en la experiencia digital.

También debemos tomar en cuenta que la descarga de libros electrónicos no es sinónimo de lectura. Hay mucha compra compulsiva, pero en realidad cuánto se lee. Debemos entonces definir si eso es lectura. Lo importante es fomentarla desde jóvenes e inculcar el placer de leer.

Revolución cultural

Para Tomás Granados, editor del Fondo de Cultura Económica (FCE), el reto social está representado por las nuevas formas de leer. Toda editorial, librería, y editorial-librería se enfrenta a las dificultades de esta novedad. Considero un privilegio estar en posición de atestiguar una revolución cultural como la que vivimos.

Lo importante, añadió, es que aprender a leer y escribir son procesos que no se pueden simplificar, y en este contexto los libros electrónicos pueden ser un complemento de los impresos en papel, una vez que se haya aprendido a leer en silencio, desarrollar la imaginación. Leer es una actividad digestiva que primero separa los nutrientes.

Granados explicó la experiencia del FCE en el mercado de la edición digital, un programa que inició apenas el año pasado, y que al momento lleva 150 títulos disponibles en diferentes soportes sólo a través de su librería virtual, aunque entre los planes está ponerlos a disposición de otras librerías que manejen esa tecnología. El proyecto también involucra la digitalización del catálogo vivo de la editorial.