El secretario general del Sindicato de Académicos del INAH, Felipe Ignacio Echenique, aseguró que el Gobierno del Distrito Federal, con la anuencia de este instituto, comenzó a tapar y sepultar de nueva cuenta los vestigios encontrados en calles del Centro Histórico para continuar con la construcción de la línea 4 del Metrobús, sin considerar su rescate para un eventual análisis.

En conferencia de prensa, conjunta con integrantes de la asociación Vivir en el Centro, el académico señaló que es muy grave que las ruinas del colegio jesuita de San Pedro y San Pablo, de gran importancia en la época de la Nueva España, se queden sin ser salvaguardadas, por las prisas que marcan las inversiones en la ciudad.

Se están destruyendo los vestigios y dañando edificios históricos en una clara omisión del INAH de lo que manda la ley en la materia, refirió.

Luis Figueroa, de la asociación Vivir en el Centro, consideró que se trató de un “rescate light”, porque fue un grupo de arqueólogos, pero ellos mismos dieron la orden de parar los trabajos.

De acuerdo con los vecinos, desde la noche del jueves personal de la empresa constructora de la línea 4 del Metrobús comenzó a tapar los vestigios con gravilla y tezontle, en el cruce de la calle Del Carmen y Venezuela.

Figueroa aseguró que entre los vestigios se encontraron frescos y osamentas que han sido dañados seriamente debido a que los trabajadores, con pala y pico, están literalmente destruyendo las pinturas y los cráneos.

Recordó que el Centro Histórico fue declarado Patrimonio Histórico de la Humanidad y que en la Convención de Viena, en 1965, México se comprometió a resguardar los patrimonios históricos que se encuentran en su territorio.

Si el gobierno federal no responde y es cómplice de esta destrucción de vestigios históricos, exigimos que por medio del Instituto Nacional de Antropología e Historia nos den por escrito una responsiva en donde afirmen que estos hallazgos no tienen ningún valor histórico, apuntó.