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El experimento sobre neutrinos no es definitivo, sólo añade credibilidad

Ofrecen una segunda prueba de partículas más veloces que la luz

Centro nuclear europeo hizo el ensayo enviando rayos de tres nanosegundos más cortos

Algunos especialistas muestran dudas sobre las condiciones de realización del estudio

 
Periódico La Jornada
Sábado 19 de noviembre de 2011, p. 2

Londres, 18 de noviembre. Un nuevo experimento parece haber ofrecido nuevas pruebas de que Einstein pudo haberse equivocado al decir que nada podía ser más rápido que la velocidad de la luz en el vacio, teoría en la que se basa el pensamiento moderno sobre el funcionamiento del universo.

Las nuevas pruebas, que desafían la definición de la ciencia que sigue vigente desde que Albert Einstein presentó su Teoría de la Relatividad, en 1905, parecen confirmar el sorprendente descubrimiento de que las partículas subatómicas llamadas neutrinos pueden viajar algunas fracciones de segundo más rápido que la luz.

El nuevo experimento, en el laboratorio del Gran Sasso –cerca de Roma–, utilizando un rayo de neutrinos emitidos desde el Centro Europeo de Investigaciones Nucleares (Cern, por sus siglas en francés), en Suiza, fue presentado en septiembre para su comprobación por un equipo de científicos.

El viernes, especialistas del Instituto Italiano de Física Nuclear (INFN, por sus siglas en italiano) indicaron que sus nuevas pruebas pretendían eliminar un posible efecto sistemático que podría haber afectado las mediciones originales.

Una medición tan delicada y con una implicación profunda en la física requiere un nivel extraordinario de escrutinio, indicó Fernando Ferroni, presidente del INFN. El resultado positivo de la prueba nos hace confiar más en el resultado, aunque la última palabra sólo pueden decirla mediciones análogas realizadas en otro lugar del mundo, dijo.

Un equipo internacional de científicos asombró al mundo en septiembre con el descubrimiento inicial que fue recibido con cierto escepticismo.

Ese primer hallazgo quedó registrado cuando se lanzaron 15 mil rayos de neutrinos durante tres años, desde el CERN hasta Gran Sasso, laboratorio subterráneo situado cerca de Roma.

Los físicos que participan en el experimento, llamado Opera, por las siglas de su título formal, dijeron haber comprobado una y otra vez durante varios meses cualquier cosa que pudiera haber producido una lectura errónea antes de anunciar lo que habían encontrado.

Los expertos dicen que de confirmarse el descubrimiento, se podría mostrar que Einstein –considerado el padre de la física moderna– se equivocó al indicar en su teoría de la relatividad especial que la velocidad de la luz es una constante cósmica y nada puede ir más rápido”.

Esto obligaría a reconsiderar las teorías sobre cómo funciona el cosmos y, en teoría, también significaría que sería posible enviar información al pasado.

En tanto, Jim Al Khalili, profesor de física en la Universidad británica de Surrey, cuya reacción a los primeros resultados sobre el tema fue decir que se comería sus calzoncillos si el resultada resultaba cierto, dijo que sigue sin estar convencido.

Idealmente, el experimento se habría hecho en un lugar totalmente distinto para intentar comprobar el polémico resultado de que estas diminutas partículas de verdad son más rápidas que la luz, añadió.

Los científicos italianos, que publicaron su segunda remesa de resultados en la revista científica en el sitio Internet Arxiv (http://arxiv.org/abs/1109.4897v2) dijeron que una posible fuente de error en los primeros resultados fue que las oleadas de neutrinos enviadas desde el CERN eran relativamente largas –de unos 10 nanosegundos–, por lo que medir su llegada a Gran Sasso podría haber supuesto errores relativamente grandes.

Por eso, en el último experimento los rayos del CERN fueron tres nanosegundos más cortos, con grandes brechas de 524 nanosegundos entre ellos, para que los expertos en Gran Sasso pudieran medir su llegada con más precisión.

Christos Touramanis, de un equipo de investigación de neutrinos en la Universidad Británica de Liverpool y participante en la comprobación de los resultados de Opera como miembro del comité científico del Cern, se mostró de acuerdo en que la nueva prueba ha eliminado una posible fuente de errores sistemáticos, pero aún hay que revisar una serie de otros posibles efectos.