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Xavier Robles, guionista de Rojo amanecer, entre otros, debuta en dirección con Crímenes y tv

Los monopolios nos quieren imponer candidato presidencial

La película muestra una parte descarnada del poder y sus nexos con la televisión y partidos

Las administraciones panistas de Conaculta o Imcine siempre me han censurado: el cineasta

Foto
El actor Arturo Ríos, en una escena de Crímenes y tv, filme que comenzó a rodarse ayerFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Miércoles 22 de febrero de 2012, p. 9

Xavier Robles, creador de guiones de películas como Rojo amanever y Las Poquianchis, debuta en dirección cinematográfica con Crímenes y tv, en la cual, dice a La Jornada, “se muestra un fragmento cruel y descarnado del poder en México, sus nexos con la televisión y con los partidos de la derecha.

“Sin embargo, también es una historia construida dramáticamente –y esperemos que muy atractiva estéticamente– sobre personajes que resultan ya cotidianos en nuestro país: guaruras, actrices de telenovela, políticos, y retratos de personas de diversas clases sociales, los cuales encuentran un reflejo en el libro cinematográfico que escribí. Es un thriller político que narra seis historias oscuras, todas relacionadas con la carrera presidencial de 2012, hilvanadas por una misma trama.”

Buscar un tema trascendente

–¿Cómo surgió la idea de hacer esta película?

–Hacia finales de 2009 estaba buscando un tema que resultara trascendente. Siempre he escrito cine político o social; me preocupaba reflejar una realidad nacional que tuviese conexión directa con nuestra gente. Me pareció que la televisión y la carrera presidencial de cada seis años tenían sentido para la mayoría de los mexicanos. Entonces me aboqué a investigar sobre los monopolios de televisión y me encontré con una realidad que debería ser conocida por todos.

“Por ejemplo, que los monopolios televisivos operan en la práctica contra la Constitución. Dominan prácticamente el mercado satelital, controlan revistas, periódicos y periodistas de todo tipo, tienen amplio control sobre la radiodifusión comercial en México, imponen gobernadores, senadores, diputados y ahora hasta consejeros electorales. Tienen en la Cámara de Diputados una fracción conocida como la telebancada: sumisa a su poder, hasta los más altos ejecutivos políticos –por llamarlos de alguna manera–, sobre todo del PAN, el PRI y los sectores oportunistas del PRD que les han concedido exenciones fiscales millonarias en dólares, condonado impuestos y les han hecho concesiones de las que no dispondrían si no tuviesen tanto o más poder que todas las secretarías de Estado juntas, pues para ellos político que no sale en la televisión no existe. Si todo eso fuese poco, ahora nos quieren imponer un candidato presidencial a los mexicanos.

Me pareció que debería intentar diseccionar ese aspecto crudo, oscuro y tenebroso de la política mexicana. Y, desde luego, no hacer una obra panfletaria, sino una llena de caracteres, situaciones dramáticas y complejidades estéticas.

–¿En qué consideras que radica la importancia de la cinta?

–Quizá lo más importante para mí es que se trata de la primera cinta política profesional absolutamente independiente de nuestra época, donde nadie filma si no tiene la bendición de Conaculta o Imcine. Yo no recurrí a ninguna de esas instancias, entre otras cosas porque desde que están en manos de administraciones panistas siempre me han censurado. Si bien equipos muy profesionales de trabajo hemos coadyuvado a elaborar de manera independiente o semindependiente filmes tan trascendentes como Rojo amanecer o El violín, me propuse que Crímenes y tv fuera absolutamente independiente y profesional en todos los sentidos.

Pretendemos también exhibir de manera independiente y ajena a los monopolios de distribución y de exhibición. ¿Cómo? No lo diré por ahora, pero ésa es nuestra pretensión. Entonces, su carácter independiente y profesional, así como su adecuado contenido dramático y estético, me permiten pensar que esto es lo más importante para mí en este momento, además de que somos una cooperativa de trabajadores que no buscamos lucro alguno con este proyecto. Nuestros fines son otros, mucho más elevados.

–¿Era una película necesaria?

–Absolutamente necesaria, pues pretende reflexionar sobre problemas muy urgentes de resolver en nuestro tiempo. Pretende también –y lo digo sin ninguna ambigüedad– influir en el voto de los mexicanos, particularmente en el de aquellos indecisos que no tienen idea de lo que nos espera si la televisión, los monopolios de la derecha y los políticos de siempre vuelven a imponerse sobre la voluntad de las mayorías.

“Si con Salinas nos despojaron de aeropuertos, ferrocarriles, siderúrgicas y demás industrias de interés prioritario para la nación, en los siguientes sexenios nos han robado lo poco que quedaba, han dado poder al narcotráfico, han hecho de la guerra un negocio, han sumido en el desempleo y en la miseria más extrema a la población y además de todo han sometido la soberanía nacional al arbitrio de naciones poderosas. Ahora se pretende acabar con lo único que aún tenemos, que es el petróleo. Se pretende privatizarlo e instaurar un régimen fascistoide y antidemocrático, sometido a los intereses de las 50 familias más ricas y poderosas del país, la oligarquía nacional.

“Es hora de que desde el arte y la cultura –y también desde el pensamiento racional que nos dice que no, que no podemos tener una educación sin historia, sin cultura ni filosofía– pongamos un hasta aquí a una política económica, cultural, social y laboral que sólo ha traído grandes perjuicios a la nación y a las clases trabajadoras.

–¿Por qué no recurriste a los fideicomisos estatales?

–Bueno, ya te he comentado esa parte. Si consultas la historia fílmica reciente del país, comprenderás rápidamente que las obras con pretensiones políticas no son del agrado ni de los empresarios, que tienen etiqueta estatal, ni de los monopolios de distribución y exhibición. La gran mayoría de las películas mexicanas en los sexenios panistas son comedietas o melodramas sin interés político para la mayoría de los mexicanos. Hay grandes excepciones, desde luego, que todo mundo conoce, pero esas obras son mérito de sus creadores, no del Estado, ni de Conaculta ni de Imcine. Yo he tenido varias experiencias al respecto, que ya he hecho públicas anteriormente, y no voy a esperar a escribir o dirigir una película al gusto del sistema. Voy a escribir y a dirigir simple y sencillamente lo que me venga en gana, porque ese derecho me lo da la Constitución, y no ninguna institución de beneficencia cinematográfica.

Me he enterado de que se pretenden realizar algunas obras de contenido político avaladas por el sistema. Puedo asegurar, sin riesgo de equivocarme, que si esas obras son patrocinadas por Imcine o Conaculta las realizarán porque sus productores esperan obtener algún beneficio político, y que de alguna manera resultarán inocuas y censuradas.

Humildad en el trabajo

“Yo no escribo cine político o social porque esté de moda o porque sea época electoral. Lo he hecho desde siempre, y allí están para atestiguarlo Las Poquianchis, Bajo la metralla, Los motivos de Luz y Rojo amanecer. Para mí no es cuestión de intereses, sino una forma de ser, de estar en el mundo, de vivir intensamente mi vida como escritor, de verme en el espejo todos los días y no encontrar en su reflejo la caricatura de mí mismo.”

–Platícanos cómo se conformó el elenco.

–Conformar el elenco de Crímenes y tv es una de las cosas más apasionantes que me han ocurrido en este nuevo oficio de director, que asumo con toda sencillez y aun con humildad, porque resuenan todavía en mi cabeza esas palabras que algún día me dijera mi amigo y maestro Ricardo Garibay: ‘Soberbio ante quien sea, pero ante el trabajo sólo tiene cabida la humildad’. Conformar un elenco para mí ha sido una labor de convencimiento, de platicar con mis actores, de explicar a uno por uno la necesidad que tengo de ellos, y de su trascendencia dentro del filme para mí y para el público.

“Afortunadamente, a lo largo de 36 años de escritor cinematográfico he conocido y he trabajado con muchos de ellos. Esas relaciones profesionales y de amistad me han permitido que actores tan respetables para mí como Dolores Heredia o Arturo Ríos encabecen el elenco, pero no sólo tengo la gran suerte de contar con ellos. El reparto está integrado, hasta en sus papeles más pequeños, por actores de cine y teatro, como Roxana Chávez, Ernesto Gómez Cruz, Mario Zaragoza, Marta Aura, Tomás Rojas, Sergio Bonilla, Homero Matturano, Alejandro Calva, José Carlos Rodríguez, Aquiles D Cervantes, Jorge Victoria, Carlos Chávez, Alexa Castillo, Blanca Salces, José Juan Meraz, Enrique Muñoz, Simón Guevara, Paloma Robles, Humberto Solórzano, Arnulfo Reyes, Ibet Reyna, Alejandro Bichir, Khristian Clausen, Isabel Bazán y muchos otros reconocidos intérpretes.

“Si analizas este reparto te darás cuenta de que no pocos de ellos suelen interpretar papeles estelares y ahora me honran con su trabajo y colaboración en Crímenes y tv. A todos ellos mi respeto y mi reconocimiento profesional.

–Es tu debut como director, ¿sientes que sólo tú podrías dirigir Crímenes y tv?

–Desde luego que la voy a dirigir porque siento la necesidad de hacerlo. Siento que puedo ocupar un lugar que está vacío actualmente en México: el de ser un director de cine comprometido con una interpretación marxista de la realidad y con los trabajadores. Pero eso es sólo una verdad a medias, que no sólo aplica para mí, sino para todos los directores: cuento con un gran equipo de trabajo detrás de cámaras. Creo que la primera virtud de un director es saber escoger su libro cinematográfico y el equipo que le va ayudar a dar forma al filme. Nuevamente, sólo me queda agradecer que quieran trabajar conmigo profesionales tan experimentados como Toni Kuhn, director de fotografía; Sigfrido Barjau, montajista; Pía Corti, directora de arte y diseñadora de producción; Hugo Noriega, sonidista, y Carlos Aguilar, en el acabado final de la película. Tengo gente de primera en todos los renglones y mucha confianza en ellos y en la seguridad que me proporcionan como director.

Por si todo esto fuese poco, cuento con mi compañera de toda la vida, Guadalupe Ortega, que siempre me ha brindado su apoyo y ahora lo hace como productora y creadora de este proyecto, porque en realidad es ella quien lo ha impulsado y hecho crecer de principio a fin.