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El Estado laico, indispensable para garantizar el respeto a los derechos humanos, señala

La Iglesia debe cumplir su misión sin usar el poder político: Miguel Concha

Asegura que el laicismo se opone a lo teocrático y lo autoritario, no a lo religioso

 
Periódico La Jornada
Sábado 21 de abril de 2012, p. 36

La Iglesia católica debe llevar a cabo su misión con mucho espíritu ecuménico, no mediante el poder político. Nuestra misión es la sociedad, sin tener el recurso de que el poder político sea manipulado por las iglesias. Nosotros estamos para hacer ciudadanía, para hacer iglesias ciudadanas, manifestó el sacerdote Miguel Concha Malo, al referirse a las reformas a los artículos 24 y 40 de la Constitución Mexicana.

Al participar en el foro Derechos humanos en México: una realidad pendiente, efectuado en la sede de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, el director del Centro Fray Francisco de Victoria, señaló que el Estado laico es un instrumento indispensable para garantizar el respeto de los derechos humanos, incluidos los sociales y reproductivos de las mujeres, así como a la diversidad sexual, que tanto trabajo les cuesta aceptar a las jerarquías de las iglesias.

Afirmó que el derecho a la libertad religiosa no necesariamente lleva consigo la obligación por parte del Estado a garantizar la educación religiosa en las escuelas públicas ni que la Iglesia tenga derecho a poseer medios de comunicación social.

Al recordar que para concretarse la reforma constitucional en la materia aún falta la aprobación de la mitad más uno de uno de los congresos locales, indicó que las modificaciones al artículo 24 aprobadas en el Congreso de la Unión, nos garantizan un poco más nuestra libertad religiosa, pero las asociaciones religiosas deben actuar en la sociedad y dentro de un macroecumenismo.

Señaló que desde hace varios años, diversas agrupaciones civiles se habían pronunciado por reconocer al Estado laico como la expresión sustantiva de la diversidad, de la pluriculturalidad y como condición y garantía de las libertades individuales.

Precisó que el laicismo se opone a lo teocrático y lo autoritario, no a lo religioso, y que aún falta acordar mecanismos de sanción a los funcionarios y ministros de culto que actúen contra este principio, así como impulsar una ley reglamentaria que garantice la laicidad del Estado.

Durante su intervención en el citado foro, el activista se refirió a las tesis de Fernando Savater respecto a la laicidad del Estado, entre las que destacó que las religiones son las que tienen que acomodarse a las leyes civiles, nunca al revés y que la formación religiosa de los ciudadanos no tiene porque ser obligación de ningún Estado laico, aunque debe respetarse el derecho de cada confesión a acreditar y enseñar su doctrina a quienes así lo deseen, siempre y cuando sea fuera del horario escolar.