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Los extraños generan inseguridad, suciedad y desorden, señalan colonos

Agudiza conflicto con vecinos el aumento de indocumentados en refugio de Lechería
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 22 de abril de 2012, p. 32

Tultitlán, Mex., 21 de abril. Unos 300 indocumentados arribaron este sábado a la Casa del Migrante San Juan Diego, en este municipio, lo cual reavivó el conflicto entre los habitantes de la localidad y los responsables del refugio ubicado en la colonia Lechería, porque los extraños generan inseguridad, suciedad y desorden público, manifestaron los colonos.

Los inconformes refirieron que el albergue es insuficiente para alojar a los viajeros, los cuales optan por permanecer en las calles en espera de recibir alimentos, aseo y alojamiento.

Los vecinos tienen razón: la capacidad de alojamiento es insuficiente, pero yo no puedo negar ayuda humanitaria a los migrantes, aseguró el sacerdote Hugo Raudel Montoya, encargado del lugar, luego de que la mañana de este sábado, vecinos lo encararon y exigieron el cierre del albergue.

El párroco comentó que la afluencia de migrantes se elevó desde finales de marzo y cada día llegan en promedio, entre 200 o 300 personas que esperan ser apoyados con alimento, ropa, calzado y servicios médicos en el centro migratorio, ubicado en cerrada de La Cruz número 15, de la colonia Lechería.

El albergue fue abierto en el salón parroquial del templo de San Juan Obispo, el 19 de enero de 2009. Ocupa un espacio de 90 metros cuadrados, tiene 60 camas tipo litera, dos sanitarios, una regadera, cocina y un pequeño consultorio.

Forma parte de los 43 refugios distribuidos en todo el país que pertenecen a la agrupación Pastoral Social de la Conferencia del Episcopado Mexicano.

Debido al excedente, se emplean colchonetas y hule espuma para alojar a migrantes que llegan de El Salvador, Guatemala y Honduras, principalmente. Afuera, decenas de indocumentados hacen fila para registrarse e ingresar al albergue. Muchos esperan sentados en la banqueta o bajo los árboles de calles aledañas a la Casa del Migrante. Yo sólo quiero bañarme y algo de alimento, para seguir mi viaje, comentó Francisco Sánchez Fuentes, de 54 años, originario de Guatemala.

La alcaldía de Tultitlán prometió instalar carpas en la explanada de un deportivo ubicado a menos de 40 metros del albergue: sin embargo, no abrieron el espacio, pero nosotros estamos aquí, hasta dónde podamos dar la ayuda humanitaria, comentó el sacerdote. Agregó, que la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México desde la semana pasada no llega a la casa a recoger repatriados.

Exigen cierre

Este sábado, el presidente del Consejo de Participación Ciudadana, Jorge Rodríguez Juárez, encabezó una comisión de vecinos que exigió el cierre definitivo del refugio migratorio.

¡Que se cierre!, ¡fuera!, eran algunas consignas de los colonos que dijeron estar cansados de ver su calle llena de extraños. Dijeron que la Casa del Migrante trae extranjeros, algunos de los cuales cometen robos e intimidan a la población.

El gobierno municipal de Tultitlán, la empresa Ferrovalle y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, instalaron en diciembre de 2011 una mesa de negociaciones para buscar la reubicación del refugio. Sin embargo, no hubo acuerdos ni avances, señalaron las partes en conflicto.