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Coautor de la guerra sucia

“Al menos mil ejecutados o torturados en la guerra sucia

La muerte de Acosta Chaparro dificultará juzgar a represores
 
Periódico La Jornada
Domingo 22 de abril de 2012, p. 4

Mientras el secretario de Gobierno de Guerrrero, Humberto Salgado Gómez, lamentó el asesinato del general retirado Mario Arturo Acosta Chaparro y agregó que quienes cometieron el crimen serán juzgados por la justicia, ex militantes de organizaciones como el Partido de los Pobres y el Movimiento Armado Revolucionario consideraron que ahora no será fácil “dar con los responsables de los homicidios que se cometieron en la guerra sucia”.

Salgado Gómez fue entrevistado en Acapulco al concluir la ceremonia por el 98 aniversario de la defensa del puerto de Veracruz. El funcionario manifestó que la vida de cualquier hombre tiene gran valor, por lo que es condenable cualquier hecho que atente contra la vida, de forma tal que nosotros, estoy seguro, condenamos ese hecho.

Por su parte, Octaviano Santiago Dioniso, quien participó en los años 70 en el Partido de los Pobres, luego en las Juventudes Comunistas del desaparecido Partido Comunista Mexicano y es fundador del PRD en Guerrero, manifestó que ese crimen dificultará a la Comisión de la Verdad –conformada la semana pasada– dar cuenta de los casos en que fue culpable.

“Al menos mil personas fueron ejecutadas o torturadas en la guerra sucia por el general del Ejército Mexicano Mario Arturo Acosta Chaparro.” Aunque se le siguió un proceso judicial por narcotráfico, nunca por el caso de los muertos y desaparecidos políticos en Guerrero, aseveró.

A su vez, Arturo Miranda Ramírez, dirigente de la Asociación Cívica Nacional Revolucionaria, expresó: “Se sospecha que la muerte de Acosta Chaparro puede ser producto de un ajuste de cuentas con el narco, por el vínculo que tenía con ese sector. Sin duda no fue una ejecución por algún grupo revolucionario, sino de ese círculo perverso en el que se desempeñaba. Algo no le salió bien”.

Fernando Pineda Ochoa, uno de los fundadores del ya extinto Movimiento Armado Revolucionario, señaló que el de Acosta Chaparro es un final que se merecía con creces. Desafortunadamente antes debió haber sido juzgado por los crímenes de lesa humanidad que cometió contra la guerrilla y gente que no tenía nada que ver con la lucha armada.

El general, añadió, “se va con honores, vistiendo uniforme e insignias militares. No hay que olvidar que, desde que lo encarcelaron, los sectores sociales pidieron que fuera castigado por los delitos de desaparición forzada de muchos mexicanos y, en particular, de muchos guerrerenses, pero no se hizo caso. Hasta lo exoneraron.

Ahora su muerte, aunque tarde, es justa. Es difícil que uno se exprese de esa manera de otra persona, pero él tenía algo que no era humano. Hay guerrerenses que tienen muy presente su rostro, sus acciones, porque unos fueron torturados por él y otros son familiares de los desaparecidos, de las víctimas de la tortura.

El dirigente comunista Pablo Sandoval Cruz lamentó que en lugar de castigarlo por la guerra sucia lo hayan premiado por sus presuntos servicios a la patria, lo que fue una burla para el pueblo de Guerrero y para los familiares de los que perdieron la vida luchando por darnos libertad y justicia.

Por último, el candidato priísta a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, fue interrogado en Aguascalientes sobre el asesinato del general en retiro, así como respecto de la masacre ocurrida en un bar de Chihuahua el viernes, a lo cual respondió: Urge revisar la estrategia que se ha seguido en materia de seguridad.