Opinión
Ver día anteriorViernes 22 de junio de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
Cuentos
“Y

o sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto;
Que la cuna del hombre la mecen los cuentos
Que los gritos de angustia
del hombre los ahogan con cuentos
Que el llanto del hombre lo taponan con cuentos
Que los huesos del hombre los entierran con cuentos
Y que el miedo del hombre
ha inventado todos los cuentos
Yo sé muy pocas cosas, es verdad
Pero me han dormido con todos los cuentos
Y sé todos los cuentos...”

Así cantaba León Felipe para quien los cuentos han sido y siguen siendo parte de la cultura y fiel reflejo de la misma al plasmar la naturaleza humana y sus vicisitudes.

Y vaya si son reflejo de la vida de los mexicanos en este verano cuando la comunicación ha dejado de ser sustantiva, profunda, íntima y trascendente. El ruido de las campañas ahoga la memoria. La intimidad es violada. Las directrices de la búsqueda del poder nos bombardean permanentemente a todas horas. La misma información y carencia de vida interior. El yo ha perdido sus conexiones con el mundo interno y a querer o no se somete al bombardeo de estímulos externos. Se confunde el signo con el significado en términos de Octavio Paz, citado por Santiago Ramírez en línea con Orwell... (Obras completas, pág. 143).

“La prisa por desarrollarse, por ganar, me hace pensar en una desenfrenada carrera para llegar más pronto que los otros al infierno. Antes nos regía una providencia o unos logos, una materia o una historia en perpetuo movimiento hacia formas más perfectas; ahora un pensamiento inconsciente, un mecanismo mental nos guía y nos piensa. Una estructura matemática nos determina, nos significa... O sea; dice Paz. El lenguaje (puede ser) de una utilidad paradójica, al ya no estar al servicio de la comunicación si no de lo incomunicable al ver su espacio interior en el espacio de afuera. Tránsito de lo interior a lo exterior, un exterior que es la interioridad misma.

A consecuencia de tan crueles dislates, la población mexicana ha sido diezmada por la guerra al crimen, el hambre y la inanición de muchos millones de niños y adultos. Hasta la justicia y los derechos humanos son pisoteados. Desde el lugar del poder, se seguirán contando cuentos que no tienen nada de recreativo ni moraleja alguna. Cuentos terroríficos cargados de engaño, embuste, enemistad y desazón...

Ya Santiago Ramírez expresaba en 1983 que el ilusorio concepto del progreso se ha resquebrajado. Las contradicciones internas del sistema y el precio tan intenso que se ha pagado por el desarrollo se han puesto en evidencia y el primero en percatarse de ello ha sido los estudiantes (@yosoy132), generación nueva con capacidad de pensamiento político y social que descubre abruptamente el gran engaño, la gran frustración.

La protesta estudiantil tanto en México como en todo el mundo, es positiva y saludable en el mundo mecanizado y carente de oportunidades de nuestros días. En muchas ocasiones los medios por los cuales esta protesta, en sí saludable, se expresa, pueden ser erráticos. Más, la nueva generación, o parte de ella, quiere prescindir del diálogo epidérmico, quiere penetrar en el encuentro, con una voz interna de la que fue despojada.

¿Cuál será el desenlace de este cuento de pesadilla o esta pesadilla de cuento?