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El investigador de la UNAM obtuvo el premio Canifarma por el hallazgo

Alfonso Dueñas demuestra la progresión horizontal del cáncer

Las células tumorales liberan a la circulación ADN activo, que se introduce en otro tumor y lo induce a que crezca, explica el universitario, después de 12 años dedicados a esos estudios

 
Periódico La Jornada
Miércoles 4 de julio de 2012, p. 2

Desde hace años, los oncólogos saben que el cáncer se propaga mediante la transferencia vertical de genes, es decir, la célula tumoral transmite su herencia a las células hijas de manera sucesiva en cada división celular. La progenie de la célula tumoral es la causante del crecimiento de los tumores y la metástasis.

Sin embargo, después de 12 años de investigación, Alfonso Dueñas González, del Instituto de Investigaciones Biomédicas (IIB) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), demostró por primera vez en un modelo in vivo lo que llamamos progresión horizontal del cáncer. Esto es, que el ADN circulante liberado por un tumor es captado por las células de otro en el mismo animal, lo que incita a este último a desarrollarse más; es decir, induce su progresión.

Así, junto con sus colaboradores, demostró que las células tumorales liberan a la circulación ADN activo, que participa en la progresión tumoral.

Por este hallazgo científico el universitario recibió el Premio Canifarma 2011 en investigación básica, que desde 1974 la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica entrega cada año.

En la naturaleza el material genético puede intercambiarse entre células y organismos de diferentes tipos. Por ejemplo, existe intercambio de ADN de virus a bacterias, de éstas a plantas y a animales, en un proceso llamado transmisión lateral u horizontal del ADN.

Pensamos que si hay un tumor maligno en el cuerpo, puede liberar ADN hacia la circulación, mismo que se introduce y logra la transformación maligna de otras células que ya estaban dañadas, pero que todavía no se habían convertido en cáncer. O bien, que si ya había micrometástasis (metástasis muy pequeñas, clínicamente no identificables), el ADN liberado del tumor primario induce a las micrometástasis a crecer, explicó Dueñas González.

“En el modelo más demostrativo usamos ratas, a las que se administró un carcinógeno (para que les produjera tumores en el colon). Posteriormente, a un grupo de ellas se les inyectaron células de cáncer de colon humano en el dorso (que en una semana desaparecen porque el animal rechaza las células humanas).

Después de algunos meses, observamos que los roedores que habían recibido las células humanas malignas desarrollaron tumores colónicos de más tamaño, en mayor número, y los infiltraban a otros órganos en comparación con las que habían recibido solamente el carcinógeno. En el momento que analizamos los tumores, mediante diversas técnicas comprobamos que las células del colónico de las ratas (inyectadas con las células malignas humanas) habían adquirido secuencias de genes humanos. Con eso demostramos que el ADN liberado del tumor humano se introduce y estimula el crecimiento de los de la rata, de manera horizontal.

Agregó que, traspolando los hallazgos a un escenario hipotético en el humano, eso significa que el tumor primario libera ADN, que hace progresar el cáncer mediante la generación de tumores secundarios o de la inducción a las micrometástasis a crecer con mayor rapidez.

Aclaró que los métodos actuales, basados en microarreglos de expresión o secuenciación, no son lo suficientemente finos para discernir, en todos los casos, si un tumor metastásico es en realidad una metástasis o un segundo tumor primario.

Con este trabajo ponemos en perspectiva que este fenómeno de propagación horizontal del cáncer por el ADN circulante puede suceder en vivo, y esto tiene implicaciones terapéuticas.

En la estrategia para esta línea de investigación, Dueñas no se centra en las terapias clásicas dirigidas al tumor, sino en detener el ADN circulante o circuloma.

En la Unidad de Investigación Biomédica en Cáncer, que el IIB tiene en el Instituto Nacional de Cancerología, los universitarios trabajan en estudios sobre esa enfermedad.