Mundo
Ver día anteriorViernes 24 de agosto de 2012Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

La acción del grupo Santa Rus, respuesta al performance de Pussy Riot en la catedral

Movimiento ultranacionalista patrulla Moscú para defender de sacrílegos a templos ortodoxos

Comisionado de derechos humanos, preocupado por que particulares quieran impartir justicia

Corresponsal
Periódico La Jornada
Viernes 24 de agosto de 2012, p. 24

Moscú, 23 de agosto. Para defender de los sacrílegos los templos de la Iglesia Ortodoxa, religión mayoritaria en este país, el ultranacionalista Movimiento Santa Rus anunció la creación de siete patrullas ortodoxas que desde el pasado miércoles recorren las calles de la capital rusa, preferentemente por las noches.

La idea surgió como respuesta de Santa Rus –según analistas, integrada por fanáticos religiosos con preparación y disciplina paramilitar– al performance del grupo punk Pussy Riot en la Catedral de Cristo Redentor, que se tradujo para tres de sus integrantes en una reciente condena a dos años de cárcel por cantar una oración contra el presidente Vladimir Putin.

Al dar a conocer su iniciativa, el líder del movimiento, Iván Otrakovski, advirtió: si descubrimos a personas que cometen actos sacrílegos contra los santuarios y la religión ortodoxa, que agreden a los sacerdotes, nos reservamos el derecho de tomar las medidas pertinentes.

Más tarde, Otrakovski matizó que no exhorta a la violencia, sólo exige un castigo justo por las flagrantes arbitrariedades que se cometen en tierra patria ante la pasividad y con anuencia de las autoridades.

Precisó que los miembros de las patrullas no buscan atacar, sino defender, y su tarea será detener a los sacrílegos y entregarlos a la policía.

En su perfil en la red social rusa VKontakte, Otrakovski se muestra convencido de que aquellos que no profesan nuestra fe ni tienen nuestra sangre hace tiempo que declararon la guerra a nuestra entrañable religión ortodoxa y al pueblo ruso.

Por ello, en la página web de Santa Rus, Otrakovski y seguidores fijan como meta cambiar la política satánica, dependiente, pro-occidental, democrática, con una economía contra la población, unas leyes contra el Estado y una religión contra la ortodoxia, en dónde sólo se respeta el dinero, por un poderoso y ortodoxo Estado de Santa Rus, encabezado por el pueblo ruso, a su vez subordinado a un gobernante supremo (monarca).

Aunque parece un maniobra de autopromoción de una agrupación marginal y con escasos militantes –es poco lo que podrían hacer siete patrullas ortodoxas si tan sólo en Moscú hay más de 400 templos–, preocupa al Comisionado para los Derechos Humanos en Rusia, Vladimir Lukin, que unos particulares se arroguen la facultad de impartir justicia por su cuenta.

Es una iniciativa muy grave. En nuestro país sólo el Estado tiene el derecho de ejercer la violencia dosificada. Nadie más puede hacerlo. Insto a todos, también al garante de la Constitución (el mandatario ruso), a revertir esta preocupante propuesta, declaró este jueves el titular de esa instancia consultiva, adjunta al Kremlin.

En cambio, se mostró encantado con el surgimiento de las patrullas ortodoxas el arcipreste Vsevolod Chaplin, jefe del departamento de relaciones de la Iglesia con la sociedad del Patriarcado de Moscú, que cumple funciones de virtual vocero de Kiril, máximo jerarca ortodoxo.

Considero que es un paso correcto. Ahora muchos creyentes ortodoxos, en particular los cosacos, se tratan de organizar para proteger la seguridad en la vía pública, sus santuarios, sus templos. Confío en que cada vez más ortodoxos rusos se unan para defender la legalidad y sus lugares sagrados, manifestó.