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“Barack conoce el sueño americano porque lo ha vivido”, asegura Michelle Obama

La Convención Demócrata busca proyectar un partido de latinos

Marca en su plataforma las grandes diferencias con los republicanos en temas como el aborto

Romper el empate con Mitt Romney y recuperar la ilusión de hace 4 años, metas en Charlotte

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Michelle, esposa del presidente Barack Obama, ayer durante su discurso en la inauguración de la Convención Nacional Demócrata en Charlotte, Carolina del NorteFoto Reuters
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Julián Castro, alcalde de San Antonio, Texas, y estrella emergente del partido, ayer en el cónclave demócrataFoto Reuters
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Periódico La Jornada
Miércoles 5 de septiembre de 2012, p. 30

Charlotte, 4 de septiembre. El papel estelar en esta primera de tres noches de la Convención Nacional Demócrata recayó en alguien con mayor popularidad que el presidente Barack Obama: su esposa, Michelle, mientras el mensaje central de este espectáculo es rescatar a la clase media y restaurar el sueño americano.

Estos tres días tienen el propósito de romper el empate en las encuestas entre el presidente y el candidato presidencial republicano, Mitt Romney, y regenerar algo del entusiasmo y la ilusión que llevaron a Obama al triunfo hace cuatro años. A pesar de gozar del obviamente más alto perfil a nivel nacional que su contrincante por estar en la Casa Blanca, y de haber gastado ya más que su rival en esta contienda, el hecho de que a dos meses de la elección estén empatados provoca preocupación, y todos aquí dicen abiertamente que esperan que sea una elección muy reñida.

Los demócratas definen el momento y el contraste con Romney así en su plataforma emitida hoy: esta elección no es simplemente entre dos candidatos o dos partidos políticos, sino entre dos caminos fundamentalmente distintos para nuestro país y nuestras familias.

Los oradores de esta primera noche y la plataforma que adoptó el partido enfatizan una y otra vez que proponen crear una economía duradera basada en la prosperidad de la clase media, mientras acusan que los republicanos desean un retorno a las políticas del pasado que beneficiaron a unos cuantos ricos pero estrellaron la economía y aplastaron a la clase media, según la plataforma. Por ello, afirman que reclamar la seguridad económica de la clase media es el desafío que se tiene que superar hoy, y cómo generar prosperidad para esa clase media es “el tema definitorio de nuestros tiempos y está al centro del sueño americano”.

La tarea de todos aquí es buscar cómo recuperar algo de la magia de hace cuatro años. Esta noche le tocó a Michelle Obama y el miércoles el partido y el presidente recurrirán al otro demócrata más popular que el presidente: el ex presidente Bill Clinton.

“Barack conoce el sueño americano porque lo ha vivido… y quiere que todos en este país tengan la misma oportunidad, sin importar quiénes somos, o de dónde venimos, o cómo nos vemos, o a quién amamos”, declaró Michelle Obama después de ofrecer una repasada a las historias de ambos, de cómo crecieron con poco, de cómo se les dio apoyo y oportunidad, de los valores que comparten. “Él cree que cuando has trabajado duro y has tenido éxito, y has cruzado por esa puerta de oportunidad… no la cierras detrás de ti… miras hacia atrás y le das a otros las mismas oportunidades que te ayudaron a tener éxito”.

En este discurso, el más esperado de la noche, Michelle Obama ofreció una imagen tanto de la integridad como de la valentía y perseverancia de su esposo en el ámbito político, pero también, cómo en lo personal sigue siendo el mismo hombre del que se enamoró. Así, el discurso entretejió el hombre privado y el público, en un intento por reintroducir a la figura más conocida del país.

De hecho, junto a las imágenes ofrecidas por Michelle, otra que se intentó proyectar hoy es la de un partido de latinos. Por eso, también hoy tuvo un papel principal Julián Castro, el joven alcalde de San Antonio y estrella emergente nacional del partido, a quien algunos aquí bautizan como el próximo Obama. Además de la presencia de Antonio Villaraigosa como presidente de la convención, también hablaron desde el podio varios legisladores federales latinos, todos con el mensaje de que el futuro de este país depende cada vez más del éxito de los latinos, el sector demográfico minoritario más grande del país.

Obama ganó más de 60 por ciento del voto latino en 2008 y ahora busca incrementar esa cifra. Pero algunos dudan si podrá repetir esa hazaña. Lydia Camarillo, vicepresidenta del Proyecto del Empadronamiento y Educación del Votante del Suroeste (SVREP), quien fue la ejecutiva en jefe de la Convención Demócrata de 2000, comentó en entrevista con La Jornada aquí que el voto latino está bastante decepcionado, se siente incluso traicionado, tanto por el lado de su condición económica como por la reforma migratoria. Aseguró que los latinos no votarán por Romney, pero puede que se queden en casa, o sea, reducirán su participación.

Ante la tarea de que esta convención sea el inicio de la estrategia final para lograr la relección de Obama, esta noche también había otras estrellas, entre ellos un Kennedy, el sobrino de Edward, Joe Kennedy tercero, candidato a representante federal, y quien recordó que su tío fue uno de los primeros en promover a Obama para presidente. También estaba el mensaje, por video, del ex presidente Jimmy Carter, la presencia de la líder de la minoría en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría del Senado Harry Reid.

Desde el podio, y a través de la plataforma, se marcaban las diferencias con los republicanos: la defensa del derecho al aborto, el reconocimiento de los matrimonios gays y asuntos de derechos civiles, todos con el mensaje que Romney y los republicanos representan un regreso a las políticas fallidas del pasado y amenazan al país con posturas sociales extremistas reaccionarias.

Camarillo recordó que hay tres grandes momentos en una elección presidencial para promover e intentar determinar el voto: las convenciones nacionales, como ésta; los debates entre los candidatos y, finalmente, los esfuerzos de cada campaña por sacar el voto en la recta final.

Aquí, esta noche, empezó el primer momento. Pronto se sabrá si funcionó.