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Periódico La Jornada
Sábado 13 de octubre de 2012, p. 21

Francfort, 12 de octubre. El premio Nobel de Economía, Jospeh Stiglitz, defendió hoy la gestión de Barack Obama en la presidencia de Estados Unidos y lo elogió por haber logrado la reforma al sistema de salud, pero reconoció que esperaba más de él.

Stiglitz hizo esta evaluación sobre el desempeño de Obama durante la presentación de su libro El precio de la desigualdad, en el que trata de alertar sobre la idealización del modelo económico estadunidense, que, dijo, me parece peligroso.

El economista, cuyas posiciones teóricas y prácticas transitaron de las posiciones monetaristas de libre mercado a una propuesta con mayor intervención estatal, dijo que la reforma al sistema de salud no fue tan profunda como hubiese querido, pero amplió la cobertura a mucha gente y constituyó un cambio importante, dado que en mi país, si eres pobre no tienes derecho a vivir.

La reforma de salud de Obama ha sido uno de los temas presentes en la campaña presidencial en curso y el jueves por la noche fue uno de los puntos del debate entre los candidatos a la vicepresidencia, el demócrata Joe Biden y el republicano Paul Ryan.

Los medios estadunidenses hicieron escasas referencias al cambio en el sistema de salud, salvo por el pronunciamiento de Biden en el sentido de que los demócratas no pretenden apoyar una privatización de los servicios médicos y hospitalarios ni un esquema de vales, como sugiereren los republicanos.

Un sondeo de la firma Reuters/Ipsos halló que los electores -tanto los que se declaran independientes, como los que están registrados como demócratas o republicanos- dieron por ganador al demócrata, quien está en busca de la relección.

Biden se impuso en el sondeo con un margen de siete puntos, es decir, 42 por ciento a favor del demócrata y 35 para el republicano.

No obstante, la encuesta diaria de Reuters/Ipsos sobre la situación de los candidatos presidenciales, el demócrata Barack Obama y el republicano Mitt Romney, mostró que el opositor al actual mandatario le sacó una ventaja de tres puntos, al colocarse con 47 por ciento a su favor contra 44 de su contendiente.

Analistas políticos dividieron opiniones sobre el resultado del debate. Algunos dijeron que Biden salió bien librado, una semana después de que Obama fue superado por Romney en el primero de dos debates. Sin embargo, apuntaron que el presidente tendrá que revertir su pasivo desempeño en el duelo oral, si quiere conseguir un segundo mandato.

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El vicepresidente Joe Biden, quien ayer participó en un acto de campaña en la Universidad de Wisconsin La Crosse, en La Crosse, resultó ganador en el debate con su contricante republicano Paul Ryan, con 42 por ciento de respaldo contra 35 para este último, según una encuesta de Reuters/IpsosFoto Ap

La conclusión más obvida es que Biden fue mucho más combativo, dijo Charles Franklin, profesor de política y confundador de Pollster.com. Si los demócratas querían que el vicepresidente fuera más agresivo, ciertamente obtuvieron eso.

Franklin agregó que es difícil decir si logró modificar la carrera de forma sustancial, pero creo que fue un desempeño suficientemente vigoroso y ciertamente no reforzó la imagen de pasividad que mostró Obama.

La batalla política entre republicanos y demócratas se decantó este viernes hacia una polémica declaración hecha por Biden durante la discusión del jueves por la noche, relacionada con el ataque contra el consulado estadunidense en Bengasi, Libia, el 11 de septiembre pasado.

En respuesta a las críticas de Ryan, Biden aseguró que no nos dijeron nuevamente que querían más seguridad y subrayó: no sabíamos que querían más seguridad.

La afirmación de Biden entró en contradicción con declaraciones juradas hechas el miércoles por dos funcionarios del Departamento de Estado ante una comisión del Congreso, donde aseguraron que pidieron en varias ocasiones reforzar la seguridad del consulado antes de la visita del embajador Chris Stevens, quien radicaba en Trípoli, capital de Libia, donde se ubica la embajada estadunidense.

Una empleada de la cancillería estadunidense confirmó además que la solicitud fue rechazada, sin dar mayores detalles de las causas.

Sobre el asunto, Romney dijo que cuando el vicepresiente de Estados Unidos directamente contradice el testimonio, el testimonio bajo juramento de funcionarios del Departamento de Estado, los ciudadanos estadunidenses tiene el derecho a saber lo que está pasando.

Más tarde, la Casa Blanca salió en defensa de Biden, cuando el portavoz Jay Carney dijo que el vicepresidente estaba hablando directamente por él y por el presidente.

En un intento por deslindar funciones, Carney señaló que el Departamento de Estado y no la Casa Blanca tiene la responsabilidad de tomar decisiones sobre la seguridad de las embajadas y los consulados.

Nadie que haya prestado testimonio sobre este tema sugirió que se habían hecho pedidos de seguridad adicional al presidente o a la Casa Blanca. Estos son temas que, de forma apropiada, son tratados por profesionales de seguridad en el Departamento de Estado y eso es de lo que estamos hablando.