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Dos funciones de Contempodanza en el Teatro de la Ciudad
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de noviembre de 2012, p. 4

Los marcados contrastes de lo eterno femenino, en cuanto atributos, virtudes y defectos, es el tema que aborda de manera lúdica y gozosa la coreógrafa Cecilia Lugo en la obra Azul... como una ojera de mujer, de la cual se presentan dos funciones en el Teatro de la Ciudad Esperanza Iris.

Estrenada en el reciente Festival de Tamaulipas, su ejecución estará a cargo de Contempodanza, agrupación fundada y dirigida por la creadora, quien tomó como punto de partida una frase de la canción Azul, de Agustín Lara.

Es el tema más surrealista de Lara, tanto como lo es esta coreografía, en la que por vez primera me desprendo de mi solemnidad y doy paso al humor, explica Lugo.

“Es una obra que se disfruta mucho, pero también muy desconcertante: se pasa del glamour a lo profundamente doloroso, de lo erótico-sensual a lo divertido. Finalmente, habla de lo que somos como mujeres.”

De acuerdo con la también bailarina y docente, el universo femenino está determinado por muy diversas y complejas circunstancias y facetas, en ocasiones de apariencia contradictoria.

A veces podremos ser histéricas, otras divertidas, pero siempre sensuales y fuertes. Lo femenino es por naturaleza seductor, y eso es lo que trato de explorar en esta obra.

Vulnerabilidad y fuerza

Azul... como una ojera de mujer está ambientada tanto visual como musicalmente en la primera mitad del siglo XX mexicano, con rasgos estéticos retomados de las películas de rumberas y de Juan Orol, un guiño que la autora hace a su historia personal, cuando de niña acompañaba a su abuela al cine en su natal Tamaulipas.

Valerse de esos elementos en el vestuario y el diseño sonoro, indica, también responde a que en esa época aún estaban muy marcados los papeles entre lo masculino y lo femenino, lo mismo en aspectos tan superficiales, como la vestimenta, que situaciones más profundas, como conducta y formas de proceder.

Con el paso del tiempo se ha desdibujado un poco esa parte. Ahora la mujer se ha movido de lugar, ha asumido nuevos papeles y se ha diversificado; es una supermujer: madre, ama de casa, esposa, amante, profesionista, obrera..., señala. Eso la pone en un lugar de mucha vulnerabilidad y, al mismo tiempo, de fuerza.

Las funciones de Azul... como una ojera de mujer, en el recinto de Donceles 36, Centro Histórico, serán hoy a las 20 horas y mañana a la 19 horas.