Cultura
Ver día anteriorDomingo 21 de abril de 2013Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio

Presentan el libro-objeto de 60 tarjetas con el trabajo más celebrado del pintor

La obra sórdida y tenebrosa de Arturo Rivera plasmada en un Juego de lotería

Un desafío gozoso y también aterrador escribir sobre la recopilación, admite Sandra Lorenzano

 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de abril de 2013, p. 6

El desasosiego, el dolor, la orfandad o el miedo que incentivan la obra de Arturo Rivera pueden apreciarse de manera lúdica en el libro-objeto Juego de lotería, que publicó recientemente la editorial Resistencia, el cual consta de 60 tarjetas con las obras más celebradas del artista plástico, 12 cartones para el juego y un costalito de frijoles colorines.

En la librería Rosario Castellanos del Centro Cultural Bella Época, Sandra Lorenzano, Ernesto Lumbreras y Óscar de la Borbolla, junto con la directora de Resistencia, Josefina Larragoiti, presentaron la noche del jueves 18 de abril el proyecto Juego de Lotería que difunde el trabajo artístico de Rivera, quien posee un lenguaje visual inédito e inquietante.

Ante la presencia de un nutrido público, en el que figuró el poeta Eduardo Lizalde, amigo del pintor, Larragoiti dijo que el novedoso formato de libro-objeto abre una puerta al espectador que pocas veces se acerca a la obra pictórica y permite deleitar a los seguidores de la trayectoria de este pintor reconocido a nivel mundial.

Los cuadros de Arturo Rivera (ciudad de México, 1945) que fueron seleccionados por Larragoiti para la Lotería no aparecen completos, sino fragmentados debido al formato y proporciones determinados. El libro-objeto contiene además de las planillas y las 60 cartas, una hoja con las fichas técnicas de cada obra con todas sus especificaciones, incluidos sus títulos reales y originales.

Sandra Lorenzano sostuvo que fue un desafío gozoso y también aterrador escribir sobre la obra de Rivera: He visto mi propio rostro entre los suyos y he salido también de mi ceguera. Soy el monstruo que han engendrado sus sueños, el rastro onírico que dejó la serpiente en mi propia adolescencia.

Foto
Una de las cartas que conforman el Juego de lotería de Arturo Rivera

Para referirse al juego de azar, Lorenzano se convirtió en el gritón e hizo un ejercicio poético a partir de las imágenes del pintor y comenzó a describir con su poesía a El hechicero, El cirujano, El cangrejo, Las alas, Las naranjas y El hambre.

El poeta Ernesto Lumbreras recordó que hace 15 años visitó la exposición Las bodas del cielo y el infierno de Rivera en un museo de Monterrey y al recorrer las salas, el guardia del recinto le confió que los personajes de los cuadros se habían convertido en habitantes de sus sueños y pesadillas.

Lumbreras comentó que en ese momento fue difícil disuadir al guardia del museo de que sólo eran figuras de pinturas. La historia lo llevó a reflexionar sobre el desasosiego, el dolor, la orfandad o el miedo que incentiva la obra de Rivera.

“Además –añadió el poeta– de sus efectos inquietantes o desoladores, la pintura de Rivera tiene atisbos donde la oscuridad es otra representación del sol, donde hay lugar para la epifanía alcanzada por la vía dolorosa, donde el esplendor de la naturaleza es al mismo tiempo un misterio y un heroísmo.

El ojo de Arturo Rivera posee una suerte de cinematógrafo donde fluye el acontecer metafórico. Su realidad plástica nos lleva más allá, conectándonos en un orden que rebasa la realidad con colores, líneas y perspectivas de este mundo, nos traslada a una dimensión mítica.

Óscar de la Borbolla afirmó que no podría jugar con la Lotería de Rivera porque así como le impactó la obra del artista, también reconoció que tienen algo en común: el gusto por lo sórdido, lo horrible y lo tenebroso.

Al término algunos asistentes iniciaron el juego con la conocida frase: ¡Se va y se corre con...!