Madrid, 9 de mayo.

Por mostrar con deslumbrante maestría aspectos sombríos de la existencia, como la violencia, la operación y la enfermedad, fue reconocido con el Premio Príncipe de Asturias de las Artes el cineasta austriaco de origen alemán Michael Haneke.

El creador de títulos tan inquietantes como desnudos de artificios, como La pianista o la más reciente Amour, declaró sentirse honrado, porque es un buen mensaje para el cine.

Haneke se ha convertido en autor de culto, en un creador que sacude sin tapujos los cimientos de la moral Occidental y de la sociedad moderna y su culto al consumo y la tecnología. Desde que incursionó en el séptimo arte, primero como crítico de cine, con sólo 23 años de edad, en 1965, y después como guionista, editor, dramaturgo y finalmente director, con su opera prima El séptimo continente, en 1989.

A sus 70 años, Haneke se ha convertido por méritos propios en un creador con una de las miradas más inquietantes e incisivas del séptimo arte, al formular una propuesta estética que cuestiona de raíz los cimientos de una sociedad y un mundo que él vislumbra en decadencia y con signos claros de agotamiento. Por eso el jurado del Príncipe de Asturias decidió reconocer el conjunto de su obra.

Al lado de Almodóvar y Allen

En la historia de los prestigiosos galardones, que se iniciaron en 1984, se han reconocido a cuatro cineastas más, además de Haneke: al genio español Luis García Berlanga, al italiano Vittorio Gassman, al estadunidense Woody Allen y a Pedro Almodóvar, que fue el último en recibirlo en 2006. Haneke se unirá así a una selecta y deslumbrante lista de premiados, entre los que destacan el músico Riccardo Muti; el arquitecto Norman Foster, y el promotor de la música en Venezuela Juan Antonio Abreu, mediante su prestigioso Sistema Nacional de Orquesta Juveniles e Infantiles. También destacan Bob Dylan, Paco de Lucía, Sebastiaon Salgado y Fernando Fernán Gómez, entre otros.

En esta ocasión, Haneke se impuso a otras candidaturas también muy sólidas, como la del coreógrafo cubano Carlos Acosta, la del músico estonio Arvo Pärt o la de la videoartista y creadora de performance de origen serbio Marina Abramovich.

En el acto de reconocimiento se destacó que se concedía el galardón al director de cine, guionista y dramaturgo austriaco Michael Haneke, por su creación cinematográfica de profundas raíces europeas, que constituye una original y personalísima aproximación de radical sinceridad, aguda observación y extrema sutileza a problemas fundamentales que nos conciernen o afectan individual y colectivamente.

Haneke es un creador singular y de culto. Sus obras dejan huella, ya sea a través de la gran pantalla que del género de la ópera, en el que sólo ha incursionado en dos ocasiones, la más reciente en el Teatro Real de Madrid, con la magistral Cosi fan tutte, de Mozart. Su primera ópera fue una producción de Don Giovanni, que realizó para la Ópera de París.

Entre sus películas más emblemáticas destacan La pianista, Funny Games, Caché, La cinta blanca o Amour.

El jurado del Príncipe de Asturias destacó que las creaciones de Haneke iluminan y diseccionan con deslumbrante maestría aspectos sombríos de la existencia como la violencia, la opresión y la enfermedad, que afronta con extraordinaria sobriedad formal a la vez que abre espacios a la persistencia consoladora del amor, la confianza y el compromiso. Haneke respondió que se sentía honrado y agradecido, porque con el reconocimiento, dijo, se está mandando un buen mensaje al cine.

Haneke es profesor de dirección en la Vienna Film Academy, cuenta con la Cruz de Honor de las Artes y las Ciencias de Austria (2007) y es comendador de la Orden de las Ciencias y las Letras de Francia (2010). También tiene la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes de Madrid y, desde hoy, Premio Príncipe de Asturias de las Artes, que será entregado en octubre próximo en una ceremonia solemne en el teatro Campoamor de la ciudad de Oviedo, capital de Asturias.

En los próximos meses se darán a conocer los ganadores de los premios en las otras ramas, que incluyen Cooperación Internacional, Concordia, Comunicación y Humanidades, Letras, Deportes, Investigación Científica y Ciencias Sociales.