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Comercio

AL: ¿nuevo tablero de ajedrez China-EU?
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Periódico La Jornada
Martes 11 de junio de 2013, p. 27

Poco después que el presidente estadunidense Barack Obama visitó México y Costa Rica, el vicepresidente Joe Biden emprendió un viaje de seis días a América Latina (AL), con paradas en Colombia, Trinidad-Tobago y Brasil, en un indicio de que la región recibirá más atención de Estados Unidos (EU) en el segundo término del mandato de Obama. Cuando Biden concluía su gira en Brasil, el 31 de mayo, el presidente chino, Xi Jinping, llegó a Trinidad-Tobago, primer punto de un viaje de cuatro días que incluyó a México, Costa Rica y EU. Fue apenas su segundo viaje al extranjero desde que asumió el cargo, en marzo, lo cual subraya el creciente interés de China por AL y el atractivo de los mercados latinoamericanos en expansión, de sus oportunidades de inversión y sus recursos naturales, en medio de condiciones mundiales aún débiles.

El viaje de Biden fue el cuarto a la región desde que llegó a la vicepresidencia y vino después de un discurso que pronunció el 8 de mayo en el Departamento de Estado sobre el futuro de las relaciones EU-AL. Esto provocó especulaciones de que Biden podría llevar la batuta en la política de su país hacia la región –el secretario de Estado, John Kerry, ha brillado por su ausencia en la escena latinoamericana– y de que ésta podría volverse más prominente en la agenda de EU, dada la cercanía del vicepresidente con Obama y el Congreso y sus posibles aspiraciones presidenciales para 2016.

Biden comenzó su viaje en Colombia en un momento auspicioso, poco después que el gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron haber llegado a un acuerdo sobre reforma agraria, uno de los puntos más contenciosos de las negociaciones de paz. Al reunirse con el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, Biden abordó temas de energía, educación, medio ambiente y normas laborales, así como de seguridad y comercio. Elogió al país, y a Santos en particular, por el notable avance hacia la pacificación social, la seguridad y la estabilidad política y económica. También mencionó la cada vez mayor importancia de Colombia como socia comercial de EU (el TLC bilateral entró por fin en vigor en 2012 y se ha traducido en 20% de aumento de las exportaciones estadunidenses al país sudamericano) y anunció esfuerzos adicionales por expandir el comercio y la cooperación, incluida una duplicación del periodo de validez de la visa de entrada a EU para colombianos.

En su segundo viaje a Trinidad-Tobago, rico en energéticos, Biden se reunió con el primer ministro Kamla Persad-Bissessar y tuvo pláticas con dirigentes de la Comunidad Caribeña (Caricom, integrada por 15 países) sobre energía, integración económica y seguridad ciudadana. También firmaron un acuerdo para impulsar la inversión y la cooperación económica. El mandatario de Haití, Michel Martelly, actual presidente de Caricom, dijo que la reunión fue un importante preámbulo a una cumbre entre Washington y ese organismo.

Por último, en Brasil, Biden reconoció su surgimiento como potencia mundial, exaltando su ejemplo en seguridad alimentaria y su reciente condonación de una deuda de naciones africanas por 900 mdd. Se reunió con funcionarios de Petrobras, con representantes de la comunidad empresarial y con la presidenta Dilma Rousseff. Mencionó el interés de Washington por los extensos depósitos de petróleo en aguas costeras brasileñas y por promover el comercio bilateral, sobre todo en biocombustibles y aviación. También invitó a la presidenta a una visita oficial a su país, que incluiría una cena de Estado, primera que celebraría Obama en su segundo término, lo cual será una importante victoria para la diplomacia brasileña y un reconocimiento a la creciente influencia política del país sudamericano. Rousseff no recibió semejante trato de alfombra roja en su visita anterior, en abril de 2012.

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Los presidentes de China, Xi Jinping, y de Estados Unidos, Barack Obama, el viernes pasado en Rancho Mirage, CaliforniaFoto Ap

Contraofensiva china

Xi Jinping, por su parte, empezó su viaje en Trinidad-Tobago, principal productor del Caribe e importante socio comercial de China en la región. También se reunió con dirigentes de Caricom. La inclusión de Costa Rica en la gira se explica porque es el único país centroamericano que tiene relaciones diplomáticas con China (los otros las mantienen con Taiwán). Además, aparte de sus sólidas perspectivas de crecimiento, Costa Rica aplica una ambiciosa agenda de política exterior, y busca ser miembro no sólo del Acuerdo Trans-Pacífico, sino también de la OCDE.

La parada en México vino luego de una visita del presidente Enrique Peña Nieto a China en abril y confirma un restablecimiento de vínculos entre las dos naciones, luego de dificultades históricas debidas a la similitud de sus canastas de exportaciones y a la intensa competencia para proveer de bienes manufacturados al mercado de EU. China fija cada vez más su atención en México por su potencial energético, el cual se prevé que será impulsado por la reforma en preparación. De hecho, Xi habló de atender el gran déficit comercial que México tiene con su país y de incrementar las importaciones mexicanas.

La importancia de China como socia comercial de los tres países sigue siendo limitada en comparación con la de EU, pero el comercio bilateral con México y Costa Rica se ha triplicado de 2006 a la fecha, lo cual apunta a un gran potencial de crecimiento.

¿Cambio de posiciones?

Los viajes casi sincronizados de Biden y Xi subrayan el creciente atractivo de AL como socia comercial y destino de inversiones. Mientras la profundización de vínculos entre China y la región es reciente, con una elevación del comercio bilateral de 3 mil 900 mdd en 2000 a 86 mil mdd en 2011, EU podría estar redescubriendo el potencial de la región luego de años de una política comercial no muy consistente.

Tal vez sea muy temprano para juzgar la extensión de este renovado enfoque en AL, pues hasta ahora no se ha propuesto un plan concreto para ensanchar vínculos, mediante una iniciativa similar al Acuerdo Trans-Pacífico o a un tratado comercial, como con la Unión Europea. Sin embargo, parece probable que las actividades chinas en la región se incrementen, sostenidas por una mayor asertividad de sus gobernantes al buscar oportunidades de mercado y recursos naturales en lo que se ha visto tradicionalmente como el patio trasero de EU.

E. I. U.

Traducción: Jorge Anaya