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Presentaron el libro del investigador suizo-estadunidense Edward Bizub

Descubre estudioso ecos de la sicología experimental en novelas de Proust

El escritor francés manejó a la perfección ese conocimiento médico y lo tomó como inspiración para su obra literaria, indica Héctor Pérez Rincón, investigador de la UNAM y traductor del volumen

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Marcel Proust (1871-1922), autor de En busca del tiempo perdido, novela que refleja importantes hallazgos en los campos de las neurociencias y la sicología de la época en que fue escrita
 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de marzo de 2014, p. 3

Además de ser uno de los grandes monumentos de la novela del siglo XX y de la historia de la literatura de todos los tiempos, En busca del tiempo perdido es también reflejo de los más importantes hallazgos en los terrenos de las neurociencias y la sicología de la época en que fue escrita por Marcel Proust, entre 1908 y 1922.

Tal es el descubrimiento más relevante del que da cuenta el matemático, catedrático e investigador literario de origen suizo-estadunidense Edward Bizub en su libro Marcel Proust y el Yo dividido: en busca del tiempo perdido: crisol de la psicología experimental (1847-1914), que fue presentado el jueves en la Casa de Francia.

Así lo sostiene el traductor al español de dicha obra, el mexicano Héctor Pérez Rincón, quien es profesor de sicopatología y de historia de la siquiatría en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

“Bizub es uno de los proustianos más acreditados del mundo y este libro suyo es deslumbrante porque, por primera vez dentro de la gran bibliografía que existe sobre el autor francés, una persona que no viene de la medicina ni las neurociencias se puso a investigar la cultura médica, sicológica y siquiátrica de Proust y descubre de qué manera los grandes temas, los grandes momentos de la serie de novelas que integran En busca del tiempo perdido son el eco de la sicología experimental de su generación”, señala en entrevista.

Esa es la generación de grandes médicos franceses a partir de Jean-Martin Charcot, quien es uno de los fundadores de la neurología, y el grupo de sus alumnos. Estos tuvieron mucha importancia en la historia de la medicina justamente para la separación de neurología, siquiatría, sicoanálisis y sicología médica.

De acuerdo con el especialista mexicano en el volumen, publicado por Palabras y Plumas Editores, el más importante mérito de Bizub fue haber encontrado cómo Marcel Proust conoce y maneja a la perfección ese conocimiento médico y lo toma como inspiración para su obra literaria.

Ese acercamiento a tan específica rama de la medicina por el autor francés, explica, se debe no sólo a su origen familiar, pues su padre y hermano fueron médicos, sino a que en carne propia experimentó una serie de sufrimientos que lo obligaron a internarse en una clínica siquiátrica, pasaje en su biografía que no era del todo bien conocido.

Paralelismo con Freud

Héctor Pérez Rincón señala que Bizub logra desentrañar cómo Marcel Proust retoma algunos casos clínicos de su padre, quien fue alumno de Charcot, sobre la división de conciencia, que él plasma casi de forma literal en su novela.

Gracias a la literatura comparada, el autor de Marcel Proust y el Yo dividido... hace muy evidente que En busca del tiempo perdido es un proyecto literario que tiene que ver con el otro yo, la división de la conciencia, la aparición de los recuerdos, y que todo eso está sustentado en experiencias de los clínicos de la época del narrador francés.

Es muy curioso porque en nuestros días los neurocientíficos están retomando la obra de Proust, tomándolo como un precursor (de esa disciplina), ya que describe aspectos importantes del sueño, el despertar, la memoria y el olvido, destaca el traductor, quien subraya cómo el escritor francés ahonda en una serie de cuestiones que tienen que ver con el inconsciente totalmente independiente de Sigmund Freud.

Marcel Proust no había leído a Freud y éste nunca leyó a Proust, lo cual es una gran tragedia, puesto que para este último hubiera sido muy importante y un gran apoyo conocer esa otra visión. Las de ellos son obras paralelas, independientes, que hablan sobre el inconsciente, la pasión, el fenómeno humano más profundo, recalca Héctor Pérez Rincón.

En la presentación del libro participaron el neurólogo y neurofisiólogo Bruno Estañol, el escritor Hernán Lara Zavala, Luz Aurora Pimentel, profesora emérita de la UNAM, así como el traductor.