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Adiós, papá grande
Su única obra de teatro, un ensayo sobre la desgracia de la felicidad

Diatriba de amor contra un hombre sentado se estrenó en 1988 en Argentina

Monólogo-diálogo de una esposa a su marido tras 25 años de casados

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No hay nada más parecido al infierno que un matrimonio feliz, es la primera frase de Diatriba de amor contra un hombre sentado, obra de teatro que escribió Gabriel García Márquez; la imagen fue tomada en 2010 en su casa del PedregalFoto Miguel Tovar
 
Periódico La Jornada
Viernes 18 de abril de 2014, p. 20

La única obra de teatro de Gabriel García Márquez lleva como título Diatriba de amor contra un hombre sentado. Es un monólogo-diálogo interminable, tenso, apasionado, poético, amargo y evocador en torno de la dicha pública y la infelicidad íntima, enmarcadas de manera paralela entre el ascenso social de un hombre y el crecimiento del desamor.

Se estrenó en 1988 en el teatro Cervantes de Buenos Aires, con la interpretación de la reconocida actriz argentina Graciela Duffau, bajo la dirección de Hugo Urquijo.

La visión de Gabo queda de manifiesto desde la primera línea, en voz del personaje, cuando dice: ¡No hay nada más parecido al infierno que un matrimonio siempre feliz!

El drama transcurre en Cartagena de Indias, con 35 grados a la sombra y 90 por ciento de humedad, después de que Graciela, la protagonista, regresa a casa en la madrugada con su marido de una cena informal.

Se ve pálida y trémula, pero mantiene el dominio de quien está más allá de la desesperación, la describe el propio autor.

En aquel momento, precisamente amaneciendo el día de sus bodas de plata, comienza la cantaleta, el desahogo: un balance minucioso y apasionado de 25 años de vida en común.

Desde los comienzos en la miseria de los pantanos, pero felices porque no tenían nada que desear... al revés de ahora (con una buena posición económica y social), en la que sobra de todo, menos el amor, dirá Graciela, quien víctima de sus propios errores se asume como un personaje tragicómico.

En agosto de 1988, para el diario Clarín, el colombiano anticipó: Esta obra es un ensayo sobre la desgracia de la felicidad

Tuvieron que pasar tres décadas desde que García Márquez pensó en escribir su primera obra de teatro. De acuerdo con la primera actriz Graciela Deffau, estando en casa del escritor, éste confió a un grupo de amigos: Hace 30 años ronda en mi cabeza la imagen de una mujer dándole a su marido una cantaleta de un día entero, al cabo del cual lo quema vivo.

Seis horas de cantaleta

La actriz colombiana Laura García, quien interpretó al personaje ocho años más tarde en un segundo estreno en el Teatro Nacional de Colombia, durante el cuarto Festival Iberoamericano de Teatro, compartió en su momento sobre el origen de la obra: “García Márquez –cuando era joven y vivía en Barranquilla–, una vez vio hacia una ventana donde una mujer estaba echándole una cantaleta al marido. Y el tipo, de pronto se dormía y después de despertaba. El escritor volvió a pasar por ahí seis horas después y la mujer seguía igual. En ese momento pensó: ‘Algún día tengo que escribir esto, porque es maravilloso’”.

El reconocido director cubano Pastor Vega, quien llevó a escena la obra con la interpretación de la actriz Daysi Granados, con motivo de su participación en la versión 31 del Festival Internacional Cervantino, en charla con La Jornada, dio su lectura sobre Diatriba de amor contra un hombre sentado.

La obra va más allá de la complejidad en una relación de pareja. Lo que está en discusión son los márgenes de la libertad. Aquí, una pareja es presa de las convenciones que han coartado la realización individual y colectiva, en las que imperan la hipocresía, la doble moral y las tradiciones.

El texto es más una búsqueda de las cuestiones que coartan esas libertades, las cuales no sólo tienen que ver con la sexualidad, sino también con situaciones histórico-sociales.

Para Vega, García Márquez hace referencia a todas la sociedades que persiguen más la ganancia económica individual que al bienestar humano.

Este monólogo-diálogo va más allá de un discurso feminista, porque eso sería una disminución temática respecto de los problemas históricos y sociales de la infelicidad humana.

En el texto dramatúrgico, consideró Vega, se encuentra muy claro que las actuales relaciones sociales impiden que el amor se realice, pues en búsqueda de determinado estatus económico, (el amor) se aplasta y traiciona.

Además de ser una pieza poética magnífica, el texto está lleno de irreverencias y enfrentamientos a esas estructuras de subordinación, y sobre todo desmenuza la doble moral que se inicia en la primera frase: ¡No hay nada más parecido al infierno que un matrimonio feliz!

El nombre de la actriz

Al ser montada la obra, Gabo quiso que su protagonista tuviera siempre el nombre de la actriz que la representará; por ello en su estreno en Argentina se llamó Graciela; en Colombia, Laura, y en Cuba, Daysi. El texto no se encontraba publicado cuando la obra se estrenó la primera vez. Se vino a publicar por vez primera cuando fue montada en Bogotá, y luego en Madrid hicieron otra publicación en 1995.

De acuerdo con Laura García, en charla con el periodista Luis Miguel Madrid, el gusto de Gabo por el teatro siempre fue latente. “Estando en su casa de México el escritor dijo: ‘Bueno, ahora hay que hacer la contraparte, ¿no? El marido hablando de la mujer’.

“Él pensó en escribir aquel texto –testimonió García–, pero finalmente esto no se dio, ya que es una persona muy ocupada en sus novelas y memorias”.

Si bien Diatriba de amor contra un hombre sentado es la única obra de teatro que se le conoce, algunas de sus más célebres obras literarias han sido adaptadas –con su consentimiento– para ser puestas en escena.

La Casa es la primera adaptación teatral de la novela Cien años de soledad avalada por el Nobel colombiano. El montaje también se basa en el libro Las claves de Melquiades, escrito por Eligio García Márquez, un fallecido hermano del autor. En este texto se descifran las claves familiares de las primeras 100 páginas de Cien años de soledad.

El productor de La Casa fue Esteban García, hijo de Eligio y sobrino del afamado escritor.

En declaraciones a BBC Mundo, Esteban comentó que “más que montar Cien años de soledad en su totalidad, quisimos hacer la idea original de García Márquez, donde se veía el nacimiento y el deterioro de una casa en el Caribe, tomando algunos episodios de la historia lineal de la primera familia Buendía”. De hecho se sabe que el primer título que el autor había puesto a Cien años de soledad fue La Casa.

De nuevo la actriz colombiana Laura García interpretó aquí el papel de Úrsula Iguarán, la primera mujer que da a luz en Macondo, y es madre de José Arcadio, Aureliano y Amaranta Buendía.

Respecto de este montaje, comentó en su momento la actriz a BBC Mundo: “Creo que Esteban tomó la médula del texto (de Cien años de soledad), y el director David Gurji tuvo un gran acierto al hacer un teatro más de imagen que de palabra”.

Antes de este montaje, Esteban García Márquez llevó al teatro uno de los más conocidos cuentos del escritor colombiano: Ojos de perro azul.

Crónica de una muerte anunciada es otro de los textos que, con el aval del escritor, ha sido adaptado al teatro con versión escrita por Fabio Rubiano y dirigido por Jorge Alí Triana.