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La película de Damián Szifron es la única producción hispanoamericana en competencia

Las risas llegan a Cannes con el humor negro de Relatos salvajes

Es un divertido relato en capítulos que contiende contra biocpics glamorosos y obras sesudas

Las historias episódicas causan temor, pero me encantan, afirma el realizador argentino

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La actriz mexicana Salma Hayek sostiene un cartel con el mensaje Regresen a nuestras niñas, a su llegada al estreno de la película Saint Laurent en la 67 edición del Festival de Cine de CannesFoto Reuters
Especial para La Jornada
Periódico La Jornada
Domingo 18 de mayo de 2014, p. 7

Cannes, 17 de mayo.

Compuesta por seis historias delirantes que llevan a los extremos de la agresión física o síquica a sus personajes, Relatos salvajes, única producción hispanoamericana en competencia, arrancó ayer las primeras carcajadas en Cannes y se colocó en primera fila en la contienda por la prestigiosa Palma de Oro.

El argentino Damián Szifron, quien ya dirigió dos filmes sorprendentes –Tiempo de valientes (2003) y El fondo del mar (2005) y una afamada serie de televisión, Los simuladores, admite su interés por ir al hueso de cada conflicto, porque es una oportunidad que le brinda a sus personajes para que aprendan de sus propias vivencias y evolucionen.

Esta original comedia, impregnada de humor negro y caos absoluto, cuenta con un casting de primera, entre ellos Ricardo Darín, Leonardo Sbaraglia y Darío Grandinetti; además del apoyo incondicional de los hermanos Pedro y Agustín Almodóvar, coproductores a través de su empresa El Deseo. Me encanta su trabajo actoral. Se adaptaron muy bien y le han dado un relieve y un volumen bárbaro al guion. Para mí esto es como una orquesta, dijo el cineasta.

Su participación en Cannes implica un doble desafío, competir con pesos pesados del cine y hacerlo con un producto inusual como lo es un divertido relato en capítulos, en medio de esta edición del festival plagado de biopics glamorosos y obras sesudas. Las historias episódicas causan temor, pero me encantan. Soy muy respetuoso de la imaginación y su cadencia. Algo que dura un determinado tiempo, no hay nada que añadirle ni quitarle.

Las historias, surrealistas, no están conectadas entre sí, ni quería hacerlo, porque cada una tiene una propia estructura y un final disímil que nos enseña que reprimir nuestros instintos nos genera problemas, explica Szifron, entre risas.

Lo que si comparten es una energía especial, intensa, que hace que el espectador viva una montaña rusa emocional inolvidable. La gente no entiende que al humor hay que tomarlo en serio. Esta siempre ahí, incluso en medio del drama. La solemnidad sólo tapa la mentira, agregó.

Libertad de acción y creativa

“Todos parecen estar preocupados por mí. Esta mañana un periodista me preguntó: ‘¿vos, estás bien?’ Sí, claro, le respondí. Estoy bien porque soy director de cine y puedo escribir con libertad sobre lo que quiera o lo que me indigna, lo cual me ayuda a liberar la tensión. Una especie de catarsis. Desde pequeño siempre tuve problemas en el colegio o con las autoridades; si no escribiera y dirigiera probablemente ahora mismo estuviera en la cárcel”, continuó en tono jocoso. Todos los seres humanos somos una bomba de tiempo. Y mis personajes son eso, personas normales que enfrentan situaciones extremas que los llevan a pasar a la acción, llevada al exceso y a cometer barbaridades.

Las seis historias, más allá de diversas situaciones sicológicas extremas, se centran en la exasperación de cualquier ciudadano frente a los abusos de poder y la corrupción. Es un fresco realista de la sociedad, no sólo Argentina, sino universal, prosiguió. El filme podría titularse Personas al borde de un ataque de nervios. Es verdad, admitió. De hecho, me siento muy identificado con Pedro Almodóvar y su cine (en referencia a su película Mujeres al borde de un ataque de nervios). El aporte que hicieron Pedro y Agustín fue fantástico, tanto en ideas como económico. De hecho, pude concentrarme más en el rodaje para convertir cada relato en un espacio creativo diferente e hilarante.