Sociedad y Justicia
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Rechaza obispo Arizmendi que el Papa haya sugerido abolirlo

Propone teólogo el celibato opcional en la Iglesia católica

Debe aceptarse la realidad, piden Católicas por el Derecho a Decidir

 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de junio de 2014, p. 35

El celibato debería terminar como una obligación o imposición vinculada al ministerio, aseguró Jaime Laines, teólogo del Centro Antonio de Montesinos, quien precisó que debería ser una práctica opcional tanto para los sacerdotes católicos como para las religiosas.

Aydé García, de Católicas por el Derecho a Decidir (CDD), precisó en entrevista que el ejercicio libre de la sexualidad es un derecho humano, y por lo tanto no debe negarse a nadie, aunque se trate del ministro de algún credo. Añadió que lamentablemente la negación que hace (la Iglesia católica) del ejercicio de la sexualidad a sus clérigos y religiosas, la traslada a una visión moral que quiere imponer, sobre todo a los jóvenes.

Felipe Arizmendi, obispo de San Cristóbal de la Casas, señaló que vivir célibe lo hace muy feliz, por lo cual consideró que se debe animar a los seminaristas a asumir este estilo de vida.

Recordó que a su regreso de Tierra Santa, el papa Francisco expresó que el celibato no es un dogma de fe, sino una regla de vida, y dijo que incluso hay sacerdotes casados en los ritos orientales, por lo que la puerta está siempre abierta, aunque ahora no se preveía tratar el tema. El pontífice lo señaló días después que en una carta 26 mujeres pidieron al Vaticano revisar esa norma, pues así no tendrían que ocultar sus relaciones sentimentales con clérigos.

Arizmendi lamentó que tras el comentario papal se soltaron las especulaciones. Ignorantes o perversos, dijeron que el Papa ya había abierto la puerta para eliminar el celibato sacerdotal, lo cual es absolutamente falso, pues la mayoría de los fieles valora mucho que sus sacerdotes sean célibes.

Laines comentó que el celibato en efecto no es un dogma de fe, no tiene nada que ver con el Evangelio ni con las creencias de fondo del cristianismo, y añadió que quedó como norma fija por asuntos históricos, administrativos, políticos, económicos y culturales. Comentó que la Iglesia católica insiste en relacionar el sexo con el pecado, por lo que la castidad o el celibato se perciben como virtud, aunque sea a fuerzas.

En el concilio de Trento (1545-1563) se estableció el celibato sacerdotal de manera definitiva.

García precisó que en CDD siempre hemos pensado que el celibato tiene que ser opcional. La Iglesia debería plantear una alternativa ante la realidad que viven los sacerdotes, pues muchos tienen una pareja y hasta hijos, y no enfrentan una paternidad responsable justamente por esta doble moral dentro de la iglesia, y por eso curas y jerarcas ejercen su sexualidad de manera clandestina.

Laines indicó que el celibato opcional podría suavizar la crisis de vocaciones, y aunque no pondría fin a la pederastia, porque la negación del ejercicio de la sexualidad no es la razón determinante ni la más importante, sí sería un elemento menos para propiciarla.

Indicó que el celibato impuesto es un ingrediente más que se añade a la multifactorialidad que genera la pederastia u otras perversiones humanas. Ni es la razón única ni absoluta, pero es otro factor que al eliminarse abonaría a un ambiente sicológicamente más sano. Hay pederastia fuera y dentro de la Iglesia, perpetrada por personas con sexualidad activa, porque hay otras distorsiones presentes.