La dirigencia capitalina del Partido Revolucionario Institucional (PRI) está obligada a hacer un llamado a la reconciliación de la militancia, grupos, sectores y liderazgos de este partido, pues hay quienes quedaron heridos después del caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.

Así lo consideró el dirigente del Instituto de Capacitación y Desarrollo Político (Icadep-DF), del tricolor, Édgar Mereles, quien resaltó que de no ser así difícilmente se podrán consensuar, negociar e impulsar acciones entre los grupos, más cuando una parte importante de la estructura del priísmo en esta capital es cercana al ex líder, que renunció al cargo tras los señalamientos de que operaba una red de prostitución en la sede del partido y con dinero público.

En entrevista, puso de ejemplo que hay organizaciones que recientemente se aglutinaron en contra de Gutiérrez de la Torre, como Mujeres de Hierro, y también quienes fueron excluidos de los cargos de representación cuando el ex líder asumió las riendas del priísmo local en 2012.

Por ello, dijo, es necesario el llamado a la reconciliación, pues si no habrá priístas que estén viendo de qué grupo viene tal o cual candidato nuestro para saber si lo apoyan o no para en las elecciones de julio del próximo año.

Se trata de mandar un mensaje a toda la militancia, en el que se les diga que no se trata de aplastarse unos a otros, sino de sumar, decirles que si falta alguno, perdemos todos, remarcó Mereles.

Dijo que a pesar de que los dirigentes del PRI-DF, Mauricio López y Armando González, asumieron su cargo, hay tiempo para hacer ese llamado y aglutinar a todo el priísmo del DF. También para construir el mensaje que se transmitirá a la ciudadanía por medio de las campañas de sus candidatos a puestos de elección popular y evitar que se generen confusiones que pudieran dispersar la intención del voto en nuestro favor.