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El fotógrafo Bob Schalkwijk presenta 128 imágenes de sus andanzas en aquella región

Captan en libro el diario acontecer de la mística sierra Tarahumara

El volumen contiene fotos en distintos formatos, tanto en color como blanco y negro, en las que muestra los fascinantes paisajes y festividades de los rarámuri

Saldrá a la venta en febrero

Foto
Basigochi, 1972, es una de las fotografías que se incluyen en el libro Tarahumara, coeditado por el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y RED
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de diciembre de 2014, p. 7

De sus prolongadas andanzas por la sierra Tarahumara y desde luego de su contacto con la gente que ahí habita, trata el nuevo libro del fotógrafo Bob Schalkwijk, que lleva por título el de aquella mística región chihuahuense.

Schalkwijk, quien nació en Holanda hace 80 años pero que desde hace 55 reside en México, por lo que de aquí se considera, capta espléndidamente la cotidianidad de los rarámuri.

El libro, que estará a la venta al público hasta febrero, fue presentado en días pasados en la Casa de la Bola, en Tacubaya, y es una coedición del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes y RED.

Tarahumara presenta fotos de distintos formatos que, como alguien bien dijo, son recuerdos de la vida de un viajero. Se trata de 128 imágenes, tanto en color como en blanco y negro, que retratan lo mismo las festividades de los rarámuris, así como su diario existir.

Uno de los primeros lugares visitados por Schalkwijk al llegar a México fue precisamente la sierra Tarahumara y desde aquella ocasión, rememora, quedó fascinado por el entorno y su gente.

Schalkwijk estudiaba en Houston lo relativo a la industria petrolera cuando en unas vacaciones decidió hacer un viaje a bordo de un aguantador Volkswagen, que lo llevó por Texas y de ahí hasta California y luego por informes, como recordó en la presentación Ángeles González Gamio, decidió alargar el periplo hasta la República Mexicana, pues tenía informes de que en Ajijic, Jalisco, se podía vivir con 150 dólares al mes.

Su afición por la fotografía le nació mucho antes, cuando de adolescente vendió una instantánea de Louis Armstrong en su nativa Rotterdam, y de ahí hasta la fecha posee un archivo de poco más de 450 mil tomas, incluidas las 7 mil ya digitalizadas que tiene de la sierra Tarahumara.

La idea del libro nació de una cita con María Calderón, la editora, quien descubrió en su estudio una caja repleta de fotografías a las que calificó de espléndidas y obligó a Schalkwijk a dedicarse a la tarea de elaborar el volumen que, sin embargo, no es el primero que hace sobre el tema, pues ya en 1975 publicó uno de manera independiente en coautoría con su esposa, Nina Lincoln, y Don Burguess.

Otras publicaciones de Schalkwijk muestran su interés por la cultura mexicana, la arquitectura novohispana y los sitios arqueológicos .

Para la antropóloga María Pintado Cortina, quien contribuyó en el libro con un breve escrito, Schalkwijk tiene empatía con la gente ve a los rarámuri con los ojos del alma.

El mismo autor explicó su proclividad a tomar fotos de la naturaleza, dijo que hace años conoció la revista National Geographic y me fascinó la manera de tomar fotos, era totalmente diferente a lo que hacen hoy.