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Ambos, artistas de origen español que fueron vinculados con la generación de la Ruptura

Retrospectivas de Lucinda Urrusti y Enrique Climent, en el Museo de la Ciudad de México

La muestra del pintor fallecido en 1980 es la primera que abarca todas sus etapas

Foto
Imagen tomada durante el recorrido por el museo que dirige José María EspinasaFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Lunes 4 de mayo de 2015, p. a10

Las exposiciones La intuición de la libertad, de Lucinda Urrusti, y Exposición retrospectiva, de Enrique Climent, que se exhiben en el Museo de la Ciudad de México, abordan el trabajo creativo de los pintores, quienes fueron vinculados en México con la generación de la Ruptura.

Durante la conferencia, Urrusti señaló que además de admirar a Enrique Climent por ser un pintor de increíble oficio, compartía con él la búsqueda por la calidad y tuvimos una relación de amistad muy cordial y extensa. Éramos de comunicación telefónica diaria.

Agregó que ella regresó dos veces a España durante el franquismo, y no reconocí aquello como mío y ni a mí como española. Me di cuenta de que ya había echado raíces y pertenecía a otro mundo.

La intuición de la libertad reúne 74 piezas, entre caballete, gráfica, dibujo, objetos y cerámica, realizadas entre 1953 y 2014, y está organizada en los núcleos temáticos: animales, abstractos, retrato, naturaleza muerta y desnudo, y figura humana.

Además incluye documentos, libros y fotografías de los hermanos Mayo, Rogelio Cuéllar y Paulina Lavista, la mayoría inéditas, a decir del curador Eduardo Espinosa, quien señala que en Lucinda Urrusti habitan varias tradiciones, la muy europea de la naturaleza muerta y el retrato y el desnudo, y en todas ellas su muy particular forma de concebir el espacio y de interpretar la realidad, a menudo desde el ámbito de la abstracción.

En tanto, la retrospectiva de Enrique Climent (Valencia, 1897-DF, 1980) abarca 60 años de trayectoria, contados a través de 120 piezas en óleo, gouache, tempera, acuarela, lápiz, tinta y carbón, así como de unas 50 caricaturas, ilustraciones y bocetos.

José María Espinasa, director del Museo de la Ciudad de México, mencionó que las dos exposiciones son “una especie de menú donde se pueden escoger estilos, técnicas, tendencias y otras manifestaciones de la cultura, que van del happening al paisaje”. Además, adelantó la publicación en abril de un catálogo sobre la muestra de Urrusti.

En tanto, Pilar Climent, explicó que la muestra dedicada a su padre, de la cual realizó la curaduría, es “la primera retrospectiva que une obra de todas sus etapas, donde incluso se enciman imágenes de lo que pintó antes de la guerra.

Contempla imágenes desde los campos de concentración, bocetos en los barcos, la llegada a México y los primeros años. En los años 50, hacía una pintura más propositiva. Tiene una etapa muy florida y alegre. Hasta llegar a obra más figurativa. Al final se divierte y saca un poco esa caricatura simpática y la convierte en obras de pequeños formatos que llamó divertimentos.

El Museo de la Ciudad de México se ubica en Pino Suárez 30, en el Centro Histórico. Concluye el 12 de julio de este año.