Los consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) tuvieron ayer un pleito cuando se repartieron las presidencias de las comisiones del organismo. José Roberto Ruiz Saldaña abandonó una reunión molesto, alegando incumplimiento de acuerdos mientras él y Pamela San Martín quedaron fuera de esos cargos.

Un acuerdo para renovar completamente la Comisión de Vinculación con los Organismos Públicos Locales (Oples) fue motivo del diferendo. Consejeros que asistieron al encuentro comentaron que Ruiz Saldaña alegó que el año pasado definieron rotar a los cuatro integrantes en 2015, pero luego se echaron atrás.

Cada año, las presidencias de las comisiones deben renovarse. Por eso los 11 consejeros se reunieron ayer para negociar el acuerdo que votarán el miércoles en la sesión del Consejo General y se espera entre en vigor tras la elección del 7 de junio.

Para los consejeros, las presidencias son importantes, pues desde esos cargos imponen su estilo y tiempos al trabajo interno; además, en algunas hay más proyección profesional y manera de incidir en temas relevantes.

Por ejemplo, concluido el proceso electoral los reflectores recaerán en aprobar los cambios en el servicio profesional electoral nacional y quien presidirá esa comisión será Marco Antonio Baños en lugar de Javier Santiago.

Los otros consejeros que fueron anotados para presidir las demás comisiones son: Ciro Murayama (Fiscalización), Adriana Favela (Quejas), Enrique Andrade (Registro Federal de Electores) y Benito Nacif (Comité de Radio y Televisión y en la Comisión de Prerrogativas y Partidos Políticos).

Acuerdos de mentiritas

En la reunión a puerta cerrada, Ruiz Saldaña alegó que la Comisión de Vinculación con los Oples debía renovarse totalmente, pero sus colegas definieron mantener a los consejeros Baños –quien dejará la presidencia a otro integrante–, Arturo Sánchez, además de Favela y Murayama.

Por tal motivo, Ruiz Salda­ña reclamó a sus pares que los acuerdos son de mentiritas y se levantó de la mesa, señalando que no se junta con gente sin palabra. Al final, no presidirá ninguna comisión.

La única consejera que respaldó a Ruiz Saldaña –según sus colegas– fue Pamela San Martín, quien expresó que los acuerdos debían cumplirse, mientras trascendió que el consejero presidente, Lorenzo Córdova, adujo que él sólo dirigía la discusión. Con ello, algunos dedujeron que él y Murayama pactaron de nuevo con el grupo de Marco Baños.

El bloque de consejeros que defendió esa conformación de las presidencias alegó que enviarían un mal mensaje si se renovaba por completo la comisión en discordia, porque se podía pensar que era reprobar lo hecho por los anteriores, además argumentaron que jurídicamente era impugnable.

Creada a partir de la reforma política, la comisión de Oples es atractiva para los consejeros, pues sus integrantes acordarán con los gobernadores. Hay mucha jugada política en ese tema, comentó un asistente a la mesa de trabajo.