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Elecciones 2015

Los adolescentes prácticamente no se acercaron a las urnas, señalan voluntarios

No puedo creer que un niño esté robando, dice una menor en la consulta infantil del INE
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Una niña deposita la hoja en que respondió a la Consulta Infantil y Juvenil del INE, ayer, en la casilla ubicada en Paseo de la Reforma, frente a la Bolsa Mexicana de ValoresFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de junio de 2015, p. 23

A Nicole lo que más le sorprende es que alguien como ella, de 10 años, que cursa la primaria, pueda estar cometiendo crímenes. Me preguntaron si he sufrido violencia o si pertenezco a algún grupo criminal. No puedo creer que un niño esté robando, dice luego de participar en la Consulta Infantil y Juvenil organizada por el INE.

Aunque le faltan ocho años para poder votar, está muy interesada en participar. Mientras introduce su boleta en la urna, posa para que su mamá la retrate. Más tarde, las dos se sacan una selfie y Nicole muestra el dedo entintado.

Mario (6) no parece tan entusiasmado con la votación, pero responde convencido: ¿Te sientes seguro en casa? Sí. ¿En la calle? No. ¿Confías en la policía? No. ¿En el Ejército? No. Su papá, quien lee con él cada pregunta impresa en la boleta, lo mira intrigado: ¿De dónde sacaste esas respuestas?, le pregunta. El niño le informa que ha visto las noticias en la televisión.

Y eso que los consejeros electorales suavizaron las preguntas que se plantearon a los 3 millones 657 mil 864 niños que esperaban que acudieran a las urnas. Sí, así de precisa era su predicción, según consta en la carpeta informativa difundida por el INE.

De acuerdo con su edad (6-9, 10-13 y 14-17 años), quienes participaron en la consulta recibieron una boleta con preguntas que el INE consideró pertinentes a partir del tema central del ejercicio, el cual se expresa en el título que le dieron, Por un México con justicia y paz, tu opinión cuenta. Según se informó hace unas semanas, en principio estaba contemplado que les preguntaran, por ejemplo, si consideraban necesario que la policía respete los derechos humanos y si no asisten a la escuela.

A los más pequeños se les pidió su opinión respecto a, por ejemplo, si en su casa se les respeta, o si tienen todo lo que necesitan para aprender y sentirse bien en la escuela. A los de edad intermedia se les preguntó si piensan que cuando sean adultos vivirán mejor o si consideran que pueden expresar con libertad lo que piensan y sienten, en tanto que los mayores respondieron si creen que México estará mejor en el futuro o si sus amistades les han ofrecido drogas.

Pero los adolescentes prácticamente no se acercaron a las urnas. O al menos, según algunos de los voluntarios que las atendían, lo hicieron en una proporción mucho menor que los pequeños que acudían a las casillas acompañados de sus padres, quienes por lo general acababan de votar.

Roberto llevó a su hijo Luis (8) a la casilla instalada en un centro comercial del sur de la ciudad. También fui a votar y como eso le causa curiosidad a mi hijo, lo traje. Aunque yo anulé algunos de mis votos, creo que es importante participar.

Niñas y niños, sobre todo los más pequeños, se van tan orgullosos de la casilla con el pulgar marcado y convencidos de que acaban de votar, que no dan ganas de decirles que en realidad su opinión no será de observación obligatoria para los gobernantes, aunque, luego del 10 de junio, cuando estarán listos los resultados, el INE los entregará a las autoridades con la idea de que sean tomados en cuenta.

Ayer, esta jornada infantil y juvenil se llevó a cabo con tranquilidad. Aunque, según algunos reportes, en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, la consulta se suspendió por falta de seguridad.

Otros tampoco pudieron participar. Por ejemplo, Joel se acercó junto con su hermana a la casilla, pero como sólo tiene dos años, los funcionarios no pudieron darle una boleta, así que se apartó muy enojado. ¿Te indignaste porque no tienes derechos electorales?, le preguntó su mamá.