Economía
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Son de autoconstrucción 63% de las casas que se erigieron al año, refiere consultor

Insuficiente otorgamiento de créditos impide cubrir la demanda habitacional
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Albañiles en una construcción en la ciudad de MéxicoFoto Alfredo Domínguez
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de junio de 2015, p. 22

El 63 por ciento del millón de viviendas que se calcula se erigen en México cada año son de autoconstrucción, tendencia que difícilmente cambiará porque hace falta financiamiento, aseguró Eugene Towle, director de Softec, consultoría especializada en el sector inmobiliario. La cifra concuerda con las características del mercado laboral donde únicamente 40 por ciento de la población ocupada es asalariada y afiliada al sistema de seguridad social.

Towle desestimó que la reforma financiera pueda resolver esa falta de financiamiento al señalar que el problema es que aquí los bancos son muy chiquitos como porcentaje de la economía. Además tenemos una cosa que funciona a contrapelo porque, por un lado, con la reforma financiera se crean incentivos para dar más créditos, pero al mismo tiempo México fue el primer país en firmar Basilea 3, que son las nuevas restricciones al otorgamiento de crédito de acuerdo con los sistemas regulatorios mundiales. Entonces, tenemos un sistema que restringe el crédito y otro que lo promueve, así que en realidad los bancos lo están restringiendo.

Antes de la crisis financiera de 2007, advirtió, las viviendas representaban 90 por ciento del sector inmobiliario, pero ahora sólo representan 60 por ciento debido al crecimiento de otros segmentos, como oficinas, parques industriales, locales y plazas comerciales y hoteles. Todo el mercado alcanzó en 2014 un valor aproximado de 25 mil 150 millones de dólares, cantidad que se ubica 28 por ciento por debajo de los 35 mil 39 millones de dólares que tenía en 2007.

Así refutó que en México haya déficit de vivienda, lo que hay es un chorro de vivienda defectuosa y deficiente, que eso es diferente. El déficit es otra cosa. Lo que está pasando ahorita es todos los proyectos tienen inventario y si hubiera una enorme demanda el inventario no existiría.

Towle criticó que los desarrolladores construyan viviendas basándose en costos, ganancias e incluso en las regulaciones locales, en lugar de diseñarlas acorde con las necesidades y gustos de la gente, lo que provoca que mucha vivienda nueva no se venda. Destacó que las tasas de interés siguen siendo muy bajas, por lo que deben ser aprovechadas para construir más desarrollos habitacionales.

Necesitamos que haya capital y créditos para desarrollar vivienda, pero lo primero que debe hacerse con un terreno es urbanizarlo, meter red de drenaje, luz, agua y después construir lo que se quiera, vivienda, un centro comercial, hoteles u oficinas, indicó.

Antes se contaba con crédito relativamente fácil para hacer vivienda nueva terminada y había muchos clientes potenciales sujetos de créditos, incluso más que casas, cuando acotó que de 1992 a 2010 unos 42 millones de personas se convirtieron en clase media y 73 por ciento de la población urbana es clase media o superior.

A la fecha, de un millón 149 mil viviendas que deberían haberse comenzado a construir en la ciudad de México mínimamente 177 mil se iniciaron. Así ocurre en la mayoría de las ciudades del país por lo que se han rezagado los inicios de vivienda respecto del crecimiento demográfico, pero la excepción la constituyen Cancún, donde se han iniciado más edificaciones (47 mil 912) que las requeridas (38 mil 707) y Querétaro, con 67 mil 366 obras iniciadas contra 62 mil 687 que se requieren.

Según los análsis de Softec, las ciudades mexicanas crecen 30 mil hectáreas por año y la inversión urbana es de 160 mil millones, de los cuales 30 por ciento provienen de los desarrolladores. De cada cien hectáreas que crecen las ciudades en México, la cuarta parte es vivienda de autoproducción, 15 por ciento de desarrolladores, 30 por ciento espacios productivos, 20 por ciento vialidades y 10 por ciento áreas públicas y baldíos.

El especialista aseguró que la falta de financiamiento no es consecuencia de los problemas que en los últimos años enfrentaron empresas inmobiliarias grandes, pues dijo que proviene desde hace 40 años, de 1976 cuando dejaron de hacerse fraccionamientos de manera organizada y ordenada, a partir de la alianza entre empresarios y dueños de tierras para emitir acciones en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) y con el dinero que obtenían, construían, se vendían los lotes y las letras que firmaba la gente que compraba se entregaban al Banco Hipotecario y se recuperaba la inversión.

El banco hipotecario vendía a su vez paquetes de esos bonos a los grandes compradores. Así se hicieron colonias como la Doctores, Portales, Pensil y Vallejo, en el Distrito Federal, o la Del Valle, en Monterrey, dijo.