Más de una década esperó el atletismo mexicano para romper con la hegemonía africana en la tradicional carrera del Día del Padre, y ayer el veracruzano Saby Luna Aburto se llevó los honores para dedicar la victoria a su hija y a su esposa que son su apoyo e impulso cuando flaquea en la competencia.

El oriundo de Xalapa, radicado en Toluca, tomó la delantera a la mitad del medio maratón que se disputó en el trayecto de Perisur a Cuemanco y de regreso, en el cual aproximadamente 16 mil corredores (hombres y mujeres) cantaban, aplaudían y se daban ánimos en la fría mañana.

Luna Aburto cronometró 1:05.48 horas para cubrirse de gloria en la edición 35 de la carrera, superando con buena ventaja a los kenianos, que ahora se quedaron con el segundo y tercer sitios con Emmanuel Chamer (1:06.23) y Geoffrey Kenisi (1:06.59), con lo cual recuperó la corona para el atletismo nacional.

La ida fue muy relajada, a partir del kilómetro 15 empecé a sentir que flaqueaba un poco, pero me llegó el segundo aire y me alcanzó para llegar, comentó Saby Luna, de 21 años, quien cumplió su deseo de correr en el Día del Padre y gracias a Dios con un buen resultado.

El fondista, que estudia Ciencias de la Educación, dedicó el triunfo a su pequeña hija Juliana y a su cónyuge, Adairis, por el apoyo recibido durante la carrera en la que un mexicano solo, entre cinco kenianos que trabajaron en equipo, pudo aplicar la experiencia de nueve años en estas competencias.

La local Vianey de la Rosa Rojas no tuvo la misma fortuna, porque un poco antes de media carrera perdió el paso a la ganadora, la keniana Risper Gesabwa, con 1:14.36 horas, y ella hizo 1:14.53, mientras otra nacional Rocío Marisol Cantara Rojas, fue tercera con 1:17.36.

De la Rosa, seleccionada panamericana en maratón, tomó como preparación la competencia, aunque no estaba satisfecha por el resultado: me confié un poco y al final pagué las consecuencias, sin embargo, se comprometió a entrenar más para hacer un buen papel en la cita canadiense del próximo mes.