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Desde el otro lado

Cuba-EU, una nueva era

N

o por esperado el anuncio dejó de ser sensacional: los gobiernos cubano y estadunidense restablecen relaciones diplomáticas.

Han pasado 54 años del rompimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos, y 52 desde que este último país promovió un feroz bloqueo comercial a esa isla tan cercana a México y la mayoría de los mexicanos, no sólo física sino moral y fraternalmente. El anuncio hecho por los presidentes Raúl Castro y Barack Obama rompe de tajo con la idea de que el injusto y arbitrario aislamiento de una nación, en sí mismo es suficiente para doblegar el espíritu y la dignidad de un pueblo. La estrategia de promover la democracia por la fuerza, al margen de las necesidades y condiciones de una nación, según la han entendido, promovido e impuesto los presidentes estadunidenses en esos 52 años, cae de esa manera por su propio peso.

De alguna manera, el presidente Obama reconoció ese error histórico al anunciar la reanudación de relaciones. No es poca cosa ahora que el Congreso estadunidense esté dominado por el Partido Republicano, cuya gran mayoría se ha opuesto sistemáticamente a cualquier apertura hacia la isla, no obstante que según una encuesta de The Washington Post, 66 por ciento de los entrevistados dijeron estar de acuerdo con la reanudación de relaciones. Entre los votantes demócratas, 76 por ciento estuvieron de acuerdo, pero entre los republicanos tan sólo 47 por ciento. Parte de la comunidad cubana radicada en Miami lanzó improperios contra Obama, a quien acusaron de restablecer relaciones con un gobierno comunista y dictatorial. Seguramente ninguno de quienes rompieron lanzas contra el presidente reparó en el doble estándar que durante años el gobierno estadunidense ha mantenido con gobiernos comunistas y dictatoriales.

Hay que esperar que con los retos y las oportunidades de esta apertura los cubanos defiendan lo que durante muchos años han logrado y también superen los obstáculos y las rémoras, consecuencias del aislamiento. El Washington Post publicó gráficas sobre esos logros. Además de los avances científicos, e indica que gracias a su excelente sistema de salud, la expectativa de vida de los cubanos creció de 64 años en 1960 a 79 en 2012, el mismo que en Estados Unidos. En las estadísticas que anualmente publica la revista The Economist, Cuba aparece como el segundo país en el mundo que gasta más en educación en relación con su PIB, y según la Unesco es el número 16 entre 120 en el índice de educación.

Es de esperarse que cambie la visión que buena parte de los estadunidenses tiene sobre Cuba. El referente dejará de ser un puñado de políticos, artistas y periodistas conservadores radicados en Miami empeñados en evitar cualquier acercamiento con Cuba.