Sociedad y Justicia
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OGM afecta síntesis de aminoácidos en intestino, dice la Unorca a juez en un escrito

Siembra de maíz transgénico colocaría el último eslabón del nuevo esclavismo
 
Periódico La Jornada
Viernes 10 de julio de 2015, p. 43

El maíz transgénico ha sido diseñado para monopolizar los alimentos mediante patentes de semillas y no para incrementar los rendimientos en la producción del grano, perjudicaría más la deteriorada economía campesina y terminaría por colocar el último eslabón del nuevo esclavismo representado por la agricultura en manos de las corporaciones, asentó la Unión Nacional de Organizaciones Regionales Campesinas Autónomas (Unorca) en un escrito que entregó al juez décimo del segundo distrito en materia civil del primer circuito, quien lleva el caso de la demanda colectiva contra la siembra experimental y comercial de ese tipo de grano.

En el documento –amicus curiae, ya que la Unorca no está dentro del colectivo que hace dos años interpuso una demanda jurídica–, Olegario Carrillo Meza, dirigente de la organización, sostuvo que el maíz OGM pondrá en riesgo la riqueza agrogenética y cultural que representan las 60 razas nativas del maíz mexicano, y contaminaría más las tierras agrícolas, pues está asociado con un paquete de agrotóxicos, principalmente glifosato, que dañan el medio ambiente y la salud de las personas.

“La variedad de maíz transgénico Roundup Ready fue diseñada para resistir aplicaciones masivas de glifosato, ingrediente activo del Roundup o Faena, tóxico para las personas, ya que interfiere en la síntesis de aminoácidos en el intestino provocando diversidad de enfermedades. La Organización Mundial de la Salud lo incluyó en la lista de sustancias probablemente cancerígenas para humanos.

Carrillo Meza desmintió que el maíz transgénico tenga mayores rendimientos que las semillas mejoradas. Un estudio de la Universidad de Canterbury sobre rendimientos de maíz en Estados Unidos y Europa durante un periodo de 50 años, demostró que en Europa, donde se cultivan pocas variedades transgénicas, son más elevados que en Estados Unidos, donde 80 por ciento de los cultivos son de maíz transgénico.

La organización estadunidense Union of Concerned Scientists, tras realizar un estudio, concluyó que ninguna de las tecnologías transgénicas ofrece mayor productividad en comparación con otras alternativas agronómicas.

Recordó las pruebas que proporcionaron los investigadores Ignacio Chapela y David Quist, de la Universidad de Berkeley, sobre la contaminación de maíces nativos en la sierra de Oaxaca con variedades transgénicas, hace 15 años.

El dirigente campesino solicitó al juez otorgue carácter definitivo a la medida precautoria por la que se ha suspendido la autorización de todo tipo de cultivo de maíz transgénico en el país.