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Es la destrucción más brutal de sitios históricos desde la Segunda Guerra Mundial: Unesco

Dinamita el EI el templo Baalshamin, edificado en Palmira en el año 17

Sólo queda impedir la venta de las piezas saqueadas, para suprimir esa lucrativa fuente de ingresos del grupo extremista

La semana pasada, los yihadistas mutilaron el cuerpo sin vida del ex director de antigüedades de la ciudad siria tras ejecutarlo, confirmó su hijo Mohamad Assad

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El templo se construyó en honor a Baalshamin, rey de los dioses, portador de lluvia y fertilidadFoto tomada de Internet
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Jaled Asaad, de 82 años, director de las antigüedades de Palmira entre 1963 y 2003, fue decapitado por los yihadistasFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Lunes 24 de agosto de 2015, p. 8

Damasco.

Los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) hicieron volar el templo de Baalshamin en la antigua ciudad de Palmira, en el este de Siria, afirmó este domingo el director de Antigüedades y Museos de Siria, Maamun Abdulkarim.

“Daesh (acrónimo en árabe del EI) colocó hoy gran cantidad de explosivos en el templo de Baalshamin y lo hizo estallar. El edificio quedó destruido en gran parte”, indicó el funcionario.

La cella (parte cerrada del templo) fue destruida y las columnas a su alrededor se derrumbaron. Nuestras más oscuras predicciones lamentablemente se están realizando, deploró.

El Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, con sede en Reino Unido, agregó que después de hacer estallar el templo, que se ubicaba a sólo 10 metros del famoso teatro romano de Palmira, le prendieron fuego.

Baalshamin, en semítico sirio, Beelshamen o Baal Shamen, fue un dios celeste fenicio y deidad suprema en la mayoría de los pueblos semitas ocupantes del oriente del Mediterráneo.

Fue venerado en Egipto y en Roma y su culto principal tuvo lugar en la antigua ciudad preislámica de Palmira. Su nombre significa Señor de los cielos.

En honor a Baalshamin, rey de los dioses y como dios del cielo, portador de lluvia y fertilidad, se construyó en Palmira su templo en el año 17, mismo que fue reconstruido en los siglos II y III.

La directora de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco, por sus siglas en inglés), Irina Bokova, dijo que los extremistas del EI efectúan la destrucción más brutal y sistemática de sitios históricos de que se tenga conocimiento desde la Segunda Guerra Mundial.

Horas después de que los milicianos demolieron un antiguo monasterio en el centro de Siria, la titular de la agencia cultural de Naciones Unidas hizo una severa advertencia y explicó que el único recurso del mundo es que intente impedir la venta de las piezas saqueadas en los sitios históricos sirios, lo que suprimiría una lucrativa fuente de ingresos de los combatientes del grupo EI.

El viernes, testigos dijeron que los combatientes derribaron con una topadora el monasterio de San Elián, en el que se encuentra una tumba del siglo V, que era un destino importante de peregrinaciones.

Desde que capturaron el año pasado alrededor de un tercio de los territorios de Siria e Irak, los combatientes del EI han destruido mezquitas, iglesias y sitios arqueológicos, y causado amplios daños en las ciudades antiguas de Nimrud, Hatra y Dura Europos, en suelo iraquí.

En mayo se apoderaron de Palmira, ciudad de la era romana ubicada a orillas de una localidad moderna del mismo nombre, inscrita ante la Unesco como patrimonio mundial de la humanidad.

Además, el EI mutiló el cuerpo sin vida del ex director de antigüedades de la ciudad siria de Palmira tras ejecutarlo y colgarlo de un poste, indicaron este domingo uno de sus hijos y el director general de antigüedades de Siria.

Los habitantes de la ciudad me dijeron que el grupo EI había cortado en pedazos el cuerpo de mi padre tras tenerlo un día colgado de un poste, declaró Mohamad, hijo de Jaled al Asaad.

“Mi padre repetía a menudo: ‘Moriré de pie, como las palmeras de Palmira’”, relató el hijo, presente este domingo en un acto de condolencias organizado por la dirección de Antigüedades en el Museo Nacional de Damasco.

Jaled Asaad, de 82 años, director de las antigüedades de Palmira entre 1963 y 2003, fue decapitado por los yihadistas el martes en esta conocida ciudad de la provincia central de Homs, que el EI conquistó en mayo.

Mi padre se negó a irse de Palmira a pesar de las amenazas que recibía. Se escondió en un pueblo del desierto sirio hasta que el EI lo encontró y se lo llevó el 20 de julio, relató Mohamad.

Anteriormente, el 21 de mayo, otro de los hijos de Jaled Asaad, Walid, actual director de Antigüedades de Palmira, fue secuestrado durante una semana por los yihadistas, que buscaban un escondite en el que creían que había oro, contó su hermano Omar.

Los yihadistas llevaron a Jaled y a Walid Asaad al centro cultural de Palmira, donde pidieron perdón a Dios por haberse ocupado de ídolos y prometieron convertirse en verdaderos musulmanes, antes de ser liberados.

Pero el EI volvió a buscar al padre el 20 de julio, lo encontró y lo llevó a un paradero desconocido. No volvimos a tener noticias de él hasta que lo llevaron a la plaza pública para ejecutarlo, indicó Omar.