Las perspectivas de crecimiento se degradaron en las principales economías emergentes mundiales, mientras en las mayores también se observa ralentización, advirtió este martes la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

En su informe mensual de indicadores compuestos avanzados, la OCDE observó que la tendencia de crecimiento económico continúa en deterioro en China. Agregó que también aparecieron señales de debilitamiento económico en Rusia, y en Brasil se prevé una dinámica de crecimiento débil.

El indicador líder, diseñado para detectar los puntos de quiebre, se desplomó de 97.9 a 97.6, retrocediendo aún más desde la marca de cien que representa el promedio a largo plazo.

De entre las principales economías emergentes, sólo en India los indicadores de la OCDE muestran tendencia a un crecimiento económico estable.

Los cálculos indican una tendencia a la ralentización económica en algunas economías del G-7 (grupo de las mayores siete economías del mundo), entre ellas Canadá, Reino Unido y Estados Unidos.

En naciones avanzadas, el reporte marcó caídas de un décimo de punto para las economías estadunidense, británica y canadiense, a 99.5, 99.7 y 99.4, respectivamente.

Se prevé una moderación del ritmo de crecimiento en Canadá, así como también en Reino Unido y en Estados Unidos, aunque desde niveles relativamente altos, señala la organización.

Desarrollo estable

En general, en la zona OCDE, organismo del que forman parte las 34 principales economías mundiales, aunque no las principales emergentes como Brasil, China, India y Rusia, la dinámica de desarrollo es estable.

Si bien la lectura para la zona euro retrocedió a 100 de 100.1, la OCDE describió el clima como uno de los ritmos de crecimiento estable. Lo mismo indicó para Japón, cuya lectura del indicador se mantuvo en 100.

Entre las economías grandes de la zona euro, la OCDE dijo que la velocidad de expansión es estable en Alemania e Italia, y destacó a Francia –con un índice de 100.7– como una economía de crecimiento firme, a pesar de que la medición francesa permaneció estable desde el registro previo.