Opinión
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México SA

Fed: respiro temporal

¿Sacudida en puerta?

Embajador reprobado

L

a Reserva Federal dio un respiro a países emergentes que, como México, dependen en grado superlativo de lo que suceda y decida en Estados Unidos. Pero tal vez quien más tranquilo quedó tras el anuncio que hizo ayer Janet Yellen fue Agustín Carstens, gobernador del Banco de México, pues puso su nerviosismo en reposo, así sea temporalmente, amén de gozar su ratificación en el cargo.

Resulta que la Reserva Federal de Estados Unidos ayer decidió mantener inalteradas sus tasas de interés (entre 0 y 0.25 por ciento, como ocurre desde hace siete años), debido, según su dicho, a recientes acontecimientos globales económicos y financieros que podrían restringir de alguna manera la actividad económica y probablemente pongan más presiones a la baja a la inflación a corto plazo.

Aunque la decisión de la Fed no es permanente, pues habrá de revisarla en octubre próximo, en el mundillo financiero aseguran que sí contribuye a calmar a los voraces mercados, aunque también da cuenta de que las cosas en Estados Unidos no marchan tan bien como pretenden convencer en otras partes.

En este contexto, vale recordar que allá por octubre de 2014 el ratificado gobernador del Banco de México hizo público su nerviosismo, porque si la Reserva Federal en aquel entonces decidía aumentar las tasas de interés México afrontaría una reversión de capitales, o lo que es lo mismo, una salida masiva de capitales golondrinos que rápidamente se desharían de los bonos de deuda mexicana en su poder, para invertir sus dineros en Estados Unidos u otras naciones con mejores tasas de ganancia, lo que, simple y sencillamente, sacudiría las finanzas internas.

En ese entonces, Agustín Carstens lo explicó así: cuatro de cada diez dólares de la deuda emitida por el gobierno mexicano en el mercado interno está en manos de extranjeros, lo que en principio es bueno, pero el problema es qué va a suceder cuando la Reserva Federal de Estados Unidos revierta su política de reducción de tasas de interés, puesta en práctica después de la crisis de 2008. Lo que puede suceder es que haya una reversión de capitales, y ante tal panorama uno se pone nervioso.

Pues bien, el doctor catarrito puede estar doblemente tranquilo (por el momento), porque casi un año después de dicha declaración la Fed mantiene intocadas las tasas de interés y, de pilón, el susodicho fue ratificado como gobernador del Banco de México. Este personaje ayer declaró que ha sido positiva para México la decisión de la Reserva Federal, pues debería calmar los mercados, al tiempo que el peso ya se apreció frente al dólar, y se había depreciado en demasía.

Pero la tranquilidad carstesiana debe ser ponderada, porque la apreciación de la moneda mexicana fue de unos cuantos centavos, cuando la devaluación ha sido de muchos pesos, mientras los ansiosos mercados no dejan de cobrar cuota. Como bien advierte la información de La Jornada (Víctor Cardoso), en agosto, el mes más volátil del año en los mercados financieros internacionales, inversionistas extranjeros sacaron de la Bolsa Mexicana de Valores 10 mil 181.3 millones de dólares que tenían invertidos en acciones que cotizan en el mercado bursátil. Fue un desplome de casi 6.9 por ciento, que lo ubica como el peor del año.

De acuerdo con reportes que regularmente envía la BMV al Banco de México a través del Instituto para el Depósito de Valores, detalla la información bajo la firma de Cardoso, el saldo de la llamada posición de no residentes en títulos de renta variable cayó de 148 mil 186.2 millones de pesos, registrados en julio, a 138 mil 4.9 millones al mes siguiente. Aunque no se aclara si la salida de esos recursos del mercado de valores se derivó de una recomposición de portafolios de inversiones o repatriación de capitales, el monto del retroceso es similar a los dólares que el Banco de México ha tenido que subastar en el mercado de cambios para garantizar la liquidez y apuntalar la moneda nacional.

Pero el problema es aún mayor, pues de agosto de 2014 (cuando apenas comenzaba el nerviosismo de Carstens) al mismo mes de 2015 la participación extranjera en el mercado de valores del país registra un desplome de 43 mil 582.6 millones de dólares, equivalente a 24 por ciento. Durante el año transcurrido los capitales extranjeros en el mercado bursátil pasaron de su máximo histórico de 181 mil 587.5 millones de dólares, al registro de agosto pasado de 138 mil 4.9 millones.

Y lo anterior se dio en un periodo en el que sólo se registraron amenazas de la Reserva Federal de aumentar las tasas de interés, aunque en ninguna de las ocasiones se concretó el movimiento. ¿Qué sucederá cuando la Fed decida proceder?, y algún día tendrá que hacerlo.

De acuerdo con los reportes de las agencias internacionales, la Reserva Federal de Estados Unidos mantiene sin cambios las tasas de interés debido a la amenaza que representan la débil economía mundial, la persistente baja inflación estadunidense y los mercados financieros inestables. Así, el aparente respiro que la Fed otorgó a países como México en realidad es el tácito reconocimiento de que la realidad económica internacional es mucho más endeble de lo que se presumía y que nada raro sería registrar otra sacudida de pronóstico reservado.

De igual forma, lejos de amainar tormentas y serenar ánimos la decisión de la Fed prolonga la denominada volatilidad temporal, alimenta la voracidad de los especuladores y refuerza la incertidumbre económica en este mundo globalizado unipolar, que depende de una sola economía, de lo que en ella suceda y de lo que decidan las autoridades de ese país, aunque entre las patas se lleven a todos los demás.

Así, el nerviosismo carstesiano no tiene razón de desaparecer. Por el contrario. El doctor catarrito puede estar feliz, porque amarró el hueso por seis años más, pero la tan temida reversión de capitales no es una posibilidad, sino, con todo y la postergación de la Reserva Federal, un hecho. Y más de 40 mil millones de dólares revertidos en un año es apenas una muestra de lo que sucedería a la hora de aumentar tasas, sin que la autoridad financiera mexicana pueda decir ni pío.

Las rebanadas del pastel

¿De dónde sacaron al presunto embajador mexicano ante el Reino Unido, Diego Gómez Pickering?, a quien en la ceremonia del Grito de la Independencia (en Londres, el pasado martes) se lo ocurrió un ¡Viva Porfirio Díaz! y un ¡Viva Emiliano Zapata! Qué cosa: ninguno de ellos participó en el movimiento libertario y, por lo mismo, imposible que fueran héroes de él. De plano, cero en historia para el itamita.

Twitter: @cafevega