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París 13/11

Obama defiende su estrategia contra yihadistas y descarta una invasión militar a Siria

EU responde a atentados con más guerra, más islamofobia y más clima antimigrante

Video del Estado Islámico advierte sobre más ataques, incluido uno dirigido a Washington

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El presidente François Hollande anunció ayer que en breve se reunirá con sus homólogos Barack Obama, de Estados Unidos, y Vladimir Putin, de Rusia, para planificar una estrategia y formar una gran coalición contra el Estado Islámico. La imagen, ayer en la Torre Eiffel, que lució iluminada con los colores de la bandera francesa, en honor a las víctimas de los atentados en ParísFoto Ap
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 17 de noviembre de 2015, p. 31

Nueva York.

La reacción y respuesta de Estados Unidos a los atentados en París son las predecibles: más guerra, más islamofobia, más sentimiento antimigrante.

El presidente Barack Obama, buscando contrarestar las presiones políticas promovidas por una derecha fortalecida a consecuencia de los atentados, reiteró este lunes que Estados Unidos redoblará esfuerzos para aniquilar al Estado Islámico (EI), pero insistió en que mantendrá su estrategia actual y descartó poner tropas en el terreno, frente a llamados a una invasión militar a Siria encabezada por Estados Unidos en la lucha contra el llamado califato.

En conferencia de prensa en la cumbre del G-20 en Turquía, Obama defendió su estrategia para contener al EI –al cual llamó la cara del mal– y aseguró que hará todo lo necesario para mantener seguro a Estados Unidos.

Insistió en que ésta no es una guerra convencional, sino contra una red terrorista. “Nuestra meta aquí es ser agresivos… pero también reconocer que esta no es una guerra convencional”. Señaló que no se puede actuar como si el EI fuera un Estado y emprender una guerra como si fuera de un Estado contra otro, ya que no es el caso.

Rechazó llamados de otros políticos, incluso algunos de su partido, a llevar a cabo acciones militares más extensas, al asegurar que no ordenó acciones porque funcionara políticamente de alguna manera hacer que Estados Unidos se vea fuerte, o que me hagan ver fuerte, y recordó que aún visita a militares heridos en guerras, algunos que combatieron bajo sus órdenes, y advirtió: no puedo jugar a los juegos políticos que otros juegan.

Y ante crecientes llamados a cerrar puertas al flujo de refugiados sirios después de los atentados en París, afirmo que éstos son “los más dañados por el terrorismo… los más vulnerables a la consecuencia de guerra civil… Son padres, son niños… y es muy importante que no cerremos nuestros corazones a estas víctimas de tal violencia y de alguna manera igualar el tema de los refugiados con el del terrorismo”. Agregó que cerrarles las puertas en la cara sería una traición a nuestros valores.

Condenó por vergonzosas propuestas de políticos tanto en su país como en Europa de sólo aceptar refugiados cristianos y no musulmanes. Eso no es estadunidense. Eso no es lo que somos. No tenemos un examen religioso para gente que huye de la persecución.

Pero lo ocurrido en París ha resucitado las posiciones más extremas de los tiempos de 11-S entre políticos aquí, y todo en medio del calentamiento de la contienda electoral de 2016. Sólo faltaban noticias de amenazas nuevas como la de este lunes, en que el EI en un video –el cual no ha sido verificado como auténtico y sobre el cual las autoridades estadunidenses rehúsan comentar– advirtió de más ataques como el de París, incluido uno dirigido a Washington, reportó Reuters.

Más aún, varios republicanos consideraron lo ocurrido un choque de civilizaciones, empleando una retórica político-religiosa no tan diferente a la de los fundamentalistas musulmanes.

Ante los atentados, los precandidatos presidenciales republicanos retomaron la retórica belicista tan común durante los últimos 14 años de la llamada guerra contra el terror. Calificaron la estrategia de Obama de insuficiente e incluso dijeron que su defensa era una proyección de debilidad estadunidense ante el mundo, y casi todos exigieron un ataque militar masivo contra el califato.

Jeb Bush exigió que Estados Unidos encabece una nueva guerra para erradicar al EI. Deberíamos declarar guerra y encauzar todo el poder de Estados Unidos, tanto diplomática como militarmente, por supuesto, para aplastar a EI. Mientras, sugirió frenar el flujo de refugiados musulmanes y enfocarse sólo en los refugiados cristianos.

Donald Trump repitió este lunes su idea de que las autoridades deberían inspeccionar y hasta clausurar mezquitas en Estados Unidos en la lucha antiterrorista. Ben Carson llamó a anular financiamiento para proveer asistencia a refugiados sirios.

Ted Cruz calificó de locura la idea de permitir el ingreso de refugiados sirios a Estados Unidos. Lindsey Graham llamó a una invasión terrestre a Siria.

El senador Marco Rubio, otro precandidato, afirmó que este acto de guerra contra un aliado debería detonar una respuesta colectiva de la OTAN para enfrentar al EI, y afirmó que esto es un conflicto civilizatorio con el islam radical y un “choque de civilizaciones… o ganan ellos o ganamos nosotros”.

Algunos demócratas también han expresado diferencias con la estrategia de su presidente. Hillary Clinton declaró el sábado que el EI no puede ser contenido, tiene que ser derrotado. Otros demócratas critican que Obama no ha actuado con la urgencia que amerita la amenaza del EI ni ha desarrollado una respuesta suficientemente efectiva.

Por otro lado, tampoco tardaron los llamados de diversos funcionarios de la denominada comunidad de inteligencia, incluido el director de la Agencia Central de Inteligencia John Brennan, a revisar las reformas recientes a los programas de espionaje masivo, o sea, para revertir algunos de los avances en la protección de la privacidad logrados después de las filtraciones de Edward Snowden y el debate que detonó.

A la vez, unos 15 gobernadores se apresuran a cerrar las puertas de sus estados a refugiados sirios, entre ellos Florida, Indiana, Massachusetts, Texas y Georgia, reporta el Washington Post.

Después de 14 años de que se declaró la guerra contra el terrorismo, pocos en la cúpula parecen querer evaluar si la respuesta bélica de los últimos 14 años ha llevado o no a un mundo más seguro, y casi todo es alguna versión de más de lo mismo.