En el grupo de trabajo que elabora la iniciativa de constitución de la ciudad de México es nuestra intención que en la propuesta se incluya que la carta magna local sea ratificada en referendo, señaló Porfirio Muñoz Ledo, integrante de dicho equipo de trabajo.

Varios estamos en favor de un referendo. Lo incluirá o no el jefe de Gobierno, cuando haga su proyecto, y de ser así la Asamblea Constituyente tendrá que determinar si se lleva a cabo o no, explicó luego de participar en el foro La participación ciudadana en el marco de la constitución de la ciudad de México.

En su intervención en ese acto, manifestó que para quienes trabajan en esta iniciativa es importante que la constitución local sea clara, limpia, accesible y breve, de ser posible, y que sea considerada como un instrumento del poder ciudadano frente a la autoridad y no como un arma contra los ciudadanos.

En el foro, organizado por el instituto y el tribunal electorales de la capital, así como la Asamblea Legislativa, dirigentes locales de los partidos de la Revolución Democrática (PRD), Revolucionario Institicional (PRI), Verde Ecologista de México (PVEM), Movimiento Ciudadano (MC) y Nueva Alianza (Panal) se manifestaron en favor de llevar a cabo el referendo.

Dicho ejercicio, dijo el presidente local del PRD, Raúl Flores, será un mecanismo de legitimación de la constitución, y se pronunció por llevar a la práctica este ejercicio en otros temas. Mientras, Esthela Damián, de MC, manifestó que permitiría corregir los errores de la deformación en la integración del constituyente. El resto de los partidos expresó que se deben consultar todas las acciones que afectan a los ciudadanos y de esta forma se tenga mayor influencia en la toma de decisiones.

Por otra parte, Muñoz Ledo manifestó que la carta magna local debe significar la transferencia del poder a los ciudadanos, característica que no tiene ninguna otra constitución en el país. Agregó que en la ciudad hay un déficit democrático, por lo que la reforma política debe significar no sólo la autonomía de la ciudad, sino también la de los ciudadanos del gobierno.

Los líderes partidistas se manifestaron en favor de que en la transformación de las delegaciones en alcaldías se incluya la figura de los concejales, pues, más allá de la críticas en torno a que significan un mayor gasto, esto permitirá que se termine con el poder unipersonal que tienen los jefes delegacionales.

Ese discurso de una austeridad mal entendida, de ir cerrando los espacios democráticos porque lo otro cuesta, perdónenme, pero las sociedades realmente efectivas y eficaces invierten en su democracia, y creo que el argumento de que porque cuestan hay que quitarlos es casi fascista, manifestó Raúl Flores.