A un costado de una escuela en la delegación Gustavo A. Madero, policías de investigación de la Procuraduría General de Justicia descubrieron a dos personas que extraían combustible de una toma clandestina de la red de Petróleos Mexicanos (Pemex).

El hallazgo lo hizo personal del centro de operación de las cámaras de seguridad de la Ciudad de México, desde donde se captó una fuga de combustible. Elementos de la Secretaría de Seguridad Pública informaron que en el predio localizado entre las avenidas Periférico Norte y Miguel Bernard, colonia Siete Maravillas, se encontraban varios tambos con carburante.

Personal de la Fiscalía desconcentrada de investigación en delitos ambientales y en materia de protección urbana de la procuraduría capitalina incautaron ocho contenedores de plástico, color blanco, con combustible, en el momento en que otro era llenado con una manguera conectada a un ducto de Pemex.

De acuerdo con el reporte de la fiscalía, cerca del plantel había un cuarto hecho con láminas de cartón, en cuyo interior estaba la toma clandestina de diésel, por lo que se inició la averiguación previa por delitos ambientales, en su modalidad de actividad riesgosa y robo de hidrocarburos.

En la acción también se detuvo a Juan Álvarez Martínez y Francisco Álvarez Anaya, quienes afirmaron que fueron contratados por una persona, de la que sólo proporcionaron su alias, para abastecer los tambos con diésel. El pago que dejaron de recibir era de 7 mil pesos semanales.

Tras consultar la base de datos de la procuraduría capitalina, se encontró que Álvarez Martínez está relacionado con dos averiguaciones previas por robo a negocio y uso de documento falso.

Sin embargo, pese a que autoridades de la ciudad de México hicieron la detención por tratarse de un delito federal, la fiscalía determinó remitir el expediente y a los dos detenidos a la Procuraduría General de la República, por ser un hecho de su competencia.