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Filme de Alan Jonsson que opta por el premio de largometraje de ficción en Guadalajara

Compite en el FICG una película sobre los admirables tamemes

Se basa en la vida de Francisco Tenamaztle, primer indígena que peleó contra el maltrato y despojo de los españoles en 1552

Es impresionante lo que hizo; es considerado uno de los remitentes más remotos de la lucha por los derechos humanos, dice el director en entrevista

Enviado
Periódico La Jornada
Viernes 11 de marzo de 2016, p. 8

Guadalajara, Jal.

En la competencia oficial de largometraje de ficción del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) debutó La carga, segunda película de Alan Jonsson, historia de amor, fraternidad, orgullo, respeto, determinación y justicia protagonizada por Painalli, un tameme indígena, y Elisa, una española de la nobleza.

Cuenta la historia del viaje que emprende esta inusual pareja de aliados en busca de justicia por bosques, selvas y quebradas de la inhóspita geografía mexicana.

En entrevista con La Jornada el director cuenta que la idea de hacer la película le rondó la cabeza durante “unos 20 años; poco a poco le fui dando vueltas a la idea, no era para filmarla como mi opera prima. Después pensé que ya todo se había inventado, pero la retomé con más fuerza, porque me encontré con Arturo Ruiz Serrano y nos sentimos como siameses, entonces el proyecto cobró forma”.

Alan Jonsson agrega que el corazón de la historia es una persecución frenética que se desarrolla en muchos hábitats de México, desde la otrora Nueva España hasta el puerto de San Juan de Ulúa.

Personajes con mundos completamente diferentes, perseguidos por tres jinetes que no se detendrán hasta capturarlos.

Cimientos políticos e históricos

La trama transcurre en 1552, año posterior a la conquista de México, cuyo punto de partida es la historia real de Francisco Tenamaztle, primer indígena que luchó contra la injusticia, el maltrato y el despojo cometidos por los españoles contra los indígenas.

Del trabajo de investigación previo, Alan Jonsson refiere: “Sabía que iba a contar algo con mucho cimiento político e histórico, porque le estaba dando vueltas a varias historias, pero si las hubiera abarcado todas hubiera sido muy costoso, entonces lo delimitamos sólo a la historia del indígena tameme que cargaba a la española, portadora de un gran secreto de intriga política.

Para todo eso nos encontramos con la historia verídica de Francisco Tenamaztle y me di a la tarea de descubrirlo e investigarlo. Me enamoré de él porque es impresionante lo que hizo por los pueblos indígenas y su influencia en futuros movimientos que buscaban la igualdad, al grado de ser considerado uno de los remitentes más remotos de la lucha por los derechos humanos.

Jonsson agrega que “la historia de Tenamaztle es verídica, pero sólo la usamos el book end, para la entrada y el final de la película, porque, como sabemos, en la Colonia había mucha frustración por el maltrato que sufrían los indígenas, por el sistema de encomiendas que introdujeron los españoles”.

Para la creación del guión, el director, gran aficionado de la historia mundial, en especial de México, conocía muy bien todo acerca de los tamemes, por lo que al filmar se sumergió aún más en su historia. Comenta al respecto: Sólo me encontraba sorpresas, porque eran asombrosos y solidificó mi afán por contar más sobre esas personas tan admirables, por eso pongo a uno de los tamemes corriendo a la par de los caballos.

La película, también hablada en náhuatl, requirió de un coach en el set, recordó el director: Me ayudaba para confirmar que se estaba diciendo y pronunciando de forma debida. El profesionalismo y la dedicación de los actores fue esencial para que las cosas salieran bien.

Una película de época, filmada en paisajes inhóspitos representa muchos retos. Sólo saber que quería filmar los 360 grados sin elementos contemporáneos a nuestro alrededor, significaba buscar y descubrir lugares inhóspitos, nuevos horizontes, inclemencias climatológicas. Fue un reto llegar hasta allá caminando, jalando burros y caballos que cargaban equipo, hacer lo que fuera para llegar al lugar indicado, al lugar perfecto.

Jonsson finaliza: “En retrospectiva, ese viaje que vivieron todos los personajes en mi película, esa gran carga emocional que tenía cada uno, también la viví: muchos altos y bajos para llegar al destino. Fue un gran viaje de aprendizaje, interesante pero difícil.

Hay muchas experiencias que puedo contar, pero me quedo con haber terminado algo muy especial, que en ocasiones parecía imposible porque todo estaba en contra y necesitaba a alguien con una fuerza interior indomable para seguir adelante, sabiendo que se perdieron muchas cosas personales en el camino y confiando en que al final valió la pena.