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Barack Obama en Cuba

Bloqueo y Guantánamo

Más carne, menos caldo

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espués de casi nueve décadas de no recibir a un inquilino de la Casa Blanca (en funciones), Barack Obama aterrizó ayer en el José Martí, de La Habana, en visita oficial. El inmediato anterior fue el republicano Calvin Coolidge –anticomunista contumaz– quien en enero de 1928 asistió a la sexta Conferencia Anual Internacional de Estados Americanos, bajo los auspicios del dictador Gerardo Machado (el asno con garras), como bien lo recuerdan los medios de comunicación de la mayor de las Antillas.

Obviamente es la primera visita de un presidente gringo desde el triunfo de la Revolución Cubana, y los habitantes de la isla primero verán de qué se trata, qué tanto es cierto y qué no, pues a lo largo de los últimos 57 años de los mandatarios estadunidenses sólo recibieron agresiones, terrorismo, intentos de invasión, bloqueo político, económico, financiero y comercial, y múltiples intentos de asesinato de sus dirigentes revolucionarios, entre tantas otras gracias.

A partir de diciembre de 2014 bilateralmente se han registrado muchas sonrisas, amabilidades, intercambio de piropos, abrazos y saludos. Restablecieron relaciones diplomáticas, reabrieron embajadas, aparentemente tienden a normalizarse las relaciones políticas, sociales y económicas, incrementan el número de vuelos comerciales, autorizan visitas turísticas y familiares, mayor flujo de divisas y mucho más.

El llamado deshielo entre Cuba y Estados Unidos resulta alentador, pero lo verdaderamente importante y estratégico para el pueblo y el gobierno cubanos no se ha movido un milímetro y se mantiene en la ilegalidad, como desde el primer momento: el férreo bloqueo contabiliza más de medio siglo y tras 113 años la base naval de Guantánamo sigue bajo control estadunidense, con todo y centro de tortura, siempre en el espíritu de la igualmente ilegal Enmienda Platt.

Entonces, que Barack Obama viaje a la isla y haga su luchita es positivo y muestra buena voluntad, pero mientras no levante el bloqueo y regrese el territorio de Guantánamo a sus únicos y legítimos propietarios, lo demás simplemente será turismo político con fines meramente comerciales.

Pero bueno, ¿cómo ha reaccionado la economía cubana desde el deshielo? El siguiente es el análisis más reciente que sobre el particular elaboró la Comisión Económica para América Latina (Cepal), del que se toman los siguientes pasajes.

La expectativa de un mejor vínculo con Estados Unidos, junto con algunas flexibilizaciones anunciadas por el gobierno isleño, ha incrementado la visibilidad de Cuba en el escenario internacional, por lo que el arribo de turistas se muestra vigoroso. Sin embargo, continúa aplicándose el bloqueo económico, comercial y financiero, a pesar del anuncio, en diciembre de 2014, del restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. Asimismo, el uso del dólar en las transacciones financieras y comerciales cubanas permanece prohibido.

En 2015 Cuba alcanzó una tasa de crecimiento del producto interno bruto (PIB) de 4 por ciento (frente a 1.3 en 2014), gracias al impulso del consumo interno de los hogares, que se incrementó 3.2 por ciento. La inversión interna, que también constituye un elemento que dinamiza la economía cubana, se estima que creció alrededor de 20 por ciento, con lo que se revirtió la tasa negativa del año previo (-4.9).

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Frente a la catedral de La Habana, un hombre viste una camiseta con la imagen del presidente estadunidense Barack Obama, que ayer visitó CubaFoto Afp

Los ingresos del Estado se beneficiaron de los mayores aportes de las empresas estatales (ahora con mayor autonomía), por la vía del impuesto sobre las utilidades, del aporte por rendimientos y del mayor crecimiento de las formas de gestión no estatales (trabajo por cuenta propia y cooperativas no agropecuarias) por medio del impuesto sobre la renta. Así, los impuestos derivados de los ingresos personales alcanzaron prácticamente 6 por ciento de los ingresos totales y casi 9 del total de ingresos tributarios de 2015.

El gobierno cubano avanzó en la aplicación de un conjunto de medidas orientadas hacia la unificación monetaria (Cup-Cuc). Emprendió acciones con el fin de que las personas puedan pagar en una u otra moneda indistintamente (o utilizando una combinación de ambas) sus compras de mercancías y bienes, lo que ha obligado a su vez a emitir billetes de alta denominación en pesos cubanos (Cup). Lo anterior va encaminado a dejar el Cup como moneda única en Cuba, si bien aún no está definido el momento para proceder a la unificación monetaria. Mientras tanto, el banco central trabaja en el control de la liquidez, en el desarrollo del mercado interbancario del país y en el logro de una mayor bancarización de la economía.

En el marco de la Ley de Inversión Extranjera, vigente desde abril de 2014, se dio a conocer en noviembre de 2015 la nueva cartera de inversiones: 246 proyectos, 80 más que un año antes. En el contexto de esa legislación se han aprobado 36 nuevos negocios (de ellos, seis instalados en la Zona Especial de Desarrollo Mariel) y 22 corresponden a inversiones en el sector hotelero. Además, se firmaron cinco contratos de exploración de petróleo.

La aceleración del crecimiento económico se debe en parte a un mayor consumo de los hogares (3.2 por ciento), asociado a su vez a las compras de insumos necesarios para la producción que efectuaron las formas de gestión no estatales (trabajadores por cuenta propia, cooperativas no agropecuarias y pequeños agricultores) en el mercado minorista, debido a la ausencia de un mercado mayorista. El número de personas que trabaja bajo estas modalidades alcanza prácticamente 30 por ciento de la fuerza laboral total del país. A la vez, se expandió la inversión relacionada con un mayor gasto público, frente al subejercicio registrado en 2014.

Los sectores que sostienen la expansión de la actividad económica cubana son la industria manufacturera, el comercio y la construcción, cuyo peso total en el PIB es de 37.5 por ciento. La industria azucarera, con un peso discreto en el PIB, creció alrededor de 20 por ciento y la agricultura 6 por ciento. El avance de este sector pudo ser más dinámico, pero la sequía afectó varias producciones, entre ellas la arrocera, que se vio impactada significativamente.

El turismo internacional, que entre enero y septiembre de 2015 se incrementó 18 por ciento con respecto al mismo periodo del año anterior, también contribuyó al mayor crecimiento de la actividad económica. Los ingresos de este sector mantienen una dinámica favorable.

Las rebanadas del pastel

Entonces, míster Obama, más carne y menos caldo.

Twitter: @cafevega