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Después de 27 años un jurado determinó que fueron víctimas de un acto criminal

La Muerte de 96 aficionados en Hillsborough fue un delito

Se debió a errores policiales

Al momento de los hechos se les acusó de de encontrarse en estado de ebriedad y de querer entrar por la fuerza al estadio

Es un acto de justicia: Cameron

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Periódico La Jornada
Miércoles 27 de abril de 2016, p. a13

Warrington.

Un jurado determinó ayer que los 96 aficionados del Liverpool que murieron aplastados en el estadio de Hillsborough, en 1989, fueron víctimas de un acto criminal debido a errores policiales, por lo que los exculpó de toda responsabilidad.

La investigación realizada en torno al caso concluyó que la muerte de los hinchas fue un delito y no un accidente, pues al momento de los hechos los uniformados y parte de la prensa culparon a los aficionados de encontrarse en estado de ebriedad y de haber tratado de ingresar por la fuerza al estadio.

La policía encargada de la seguridad en el inmueble en la ciudad inglesa de Sheffield aceptó el veredicto de manera inequívoca, y se disculpó por sus errores con las familias que durante 27 años han pedido que los agentes sean responsabilizados oficialmente por la tragedia.

Mientras tanto, los familiares de las víctimas corearon ¡Justicia para los 96! y entonaron el himno del Liverpool, You'll never walk alone (Nunca caminarás solo), afuera del tribunal, después que terminaron dos años de nuevas pesquisas sobre el peor desastre deportivo en la historia de Gran Bretaña.

Margaret Aspinall, cuyo hijo James murió a los 18 años en aquella tragedia, recordó la batalla que libraron para que se aclararan los hechos, que fueron inicialmente despachados como un accidente.

Seamos honestos. La gente y la prensa estaban contra nosotros. Los únicos que no lo estaban eran los habitantes de nuestra ciudad. Somos gente común y corriente. Son los fanáticos, los sobrevivientes, quienes piden justicia en todos los partidos; ellos son los que nos dieron ánimo, declaró Aspinall.

Día histórico porque la investigación de Hillsborough constituye un acto de justicia esperado durante mucho tiempo, reaccionó el primer ministro británico, David Cameron.

En tanto, el Liverpool felicitó a las familias, recordando los 27 años de valentía, resistencia y determinación.

El fallo de que hubo un acto criminal significó que el jurado creyó que David Duckenfield, el entonces superintendente de la policía del condado de South Yorkshire, a cargo de la seguridad en el partido, incumplió con sus deberes de cuidar a los fanáticos y que sus acciones fueron una negligencia grave.

Duckenfield admitió a los investigadores que dijo una terrible mentira al señalar que los aficionados habían entrado a la fuerza por uno de los portones ocho minutos antes del inicio del partido, en vez de reconocer que autorizó que se abrieran las puertas. Esa orden permitió a más de 2 mil hinchas entrar apresuradamente a una sección que ya estaba completamente llena.

Dentro del estadio y cinco minutos antes del comienzo una oleada de gente empujó a cientos de espectadores contra una reja de metal que luego colapsó. Un policía corrió a la cancha y pidió al árbitro que detuviera el partido, el cual fue suspendido después de seis minutos.

Hinchas y rescatistas usaron pancartas de publicidad como camillas, mientras la policía y trabajadores de primeros auxilios atendían a las víctimas en el terreno.

La policía se demoró en declararlo como un incidente importante, así que la respuesta de emergencia se demoró. Hubo falta de coordinación, de dirigencia y de control que retrasó o evitó que hubiera una respuesta apropiada, concluyó el jurado.

También determinó que la construcción y diseño del estadio eran peligrosas y contribuyeron al desastre.