Con cinco discos en su currículum vitae, la ecuatoriana Sophy Mell promueve en México el sencillo Ni diabla ni santa, canción con la que insta a las mujeres a no dejarse someter por el autoritarismo machista, en ningún terreno, ni en el hogar ni en el trabajo. La compuse por experiencias mías, por productores que me han negado el derecho a opinar sobre mis trabajos musicales, afirmó en entrevista.

Este tema ya se escucha en la radio de México. Por ser una cara bonita me decían que cantara pop, pero no es lo mío. Hallé los ritmos urbanos y con ellos me siento bien, más artista, acotó Sophy, quien radica en Miami. Su sencillo lo grabó en Nueva York, junto con los artistas Napo, de Venezuela, y Randy, de Puerto Rico, bajo el auspicio de Fragment Muzik.

El video respectivo fue producido por la empresa 36 Grados, la misma que se encargó de realizar Bobo y Ginza para J Balvin. “Cuando comenzamos a sentir la aceptación de la gente al tema Ni diabla ni santa, inmediatamente pensé que el video no podía ser menos que lo presentado con la producción musical. Contactamos con la productora y, la verdad, hizo un trabajo increíble”, comentó.

En su natal Ecuador está dentro del número cinco de las listas de popularidad y poco a poco ha escalado posiciones en las de Bolivia, Chile y Perú.

Sin miedo de hacer lo que ama

Resaltó que Ni diabla ni santa debería ser un himno para las mujeres. Con esta canción quiero mandar un mensaje que revele el sueño de ver equidad de género en este tiempo y que se categorice menos a las personas. No necesito ser una santa, tampoco tener miedo de hacer lo que amo.

Ha defendido su elección por el pop urbano. Comencé cantando de todo: jazz, blues, boleros, pasillos, balada, pero es el pop urbano el que me aporta energía. He conocido a muchos productores que han querido hacer música conmigo, balada pop, música romántica. Luché por seguir el género musical que yo quería. Cuando uno siente algo es más fácil transmirtirlo. El género urbano tiene hip hop, reggaetón, una mezcla.

Conoce la calle, sus reglas y códigos. “He estado muy apegada a la calle, para contagiarme de la gente. Salí de Ecuador y me fui a vivir a Cuba, donde tuve contacto con muchas personas. Allá la gente vive en la calle. Luego me fui a vivir a Barcelona, donde la mayoría camina mucho. Me gusta decir las cosas como son. Ni diabla ni santa es una manera de poner todas las cartas sobre la mesa. Es irreverente y me voy contra lo convencional. Busco el respeto hacia la mujer por sobre todo.

“Los productores musicales son muy machistas y me decían que yo no debía de cantar los géneros de los hombres. Me involucro en la producción musical, en la mezcla, en el arreglo, lo cual no es usual en una cantautora. Me gusta escribir sobre lo que pienso. Una vez en un estudio le dije a un productor que me gustaría hacer tal y cual cosa con mi canción. Me dijo que era la primera vez que una mujer le decía lo que tenía qué hacer. Ni diabla ni santa es resultado de experiencias similares y por eso se llama así.”

Para oír su composición, entrar a redes sociales y canales de música y video.