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Rompió récord mundial de 100m pecho

Adam Peaty, el niño que le tenía miedo al agua
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El británico Adam Peaty, estrella de la natación en Río de JaneiroFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Domingo 7 de agosto de 2016, p. a31

Río de Janeiro.

Del niño que le temía al agua no queda nada. Adam Peaty claramente superó su fobia y ayer, en el inicio de la natación olímpica, rompió su propio récord mundial en los 100 metros pecho.

Le tenía miedo al agua, odiaba entrar a la ducha, odiaba una bañera y cada vez que iba a la piscina me encaramaba en los brazos de mi mamá, compartió el tritón, de 21 años, quien fijó el récord en 57.55 segundos en el último heat de la clasificación a la semifinal en los Juegos de Río 2016.

Mejoró 37 centésimas el conseguido el 17 de abril pasado en Londres (57.92).

Ese niño nada tiene ya que ver con el ganador de tres títulos mundiales en Kazán 2015 y cuatro en el pasado Campeonato de Europa, en Londres, este año.

Y la marca le dio además el récord olímpico, desplazando al sudafricano Cameron Van Der Burgh (58.46).

El británico aseguró que más allá del récord, desea inspirar a la juventud con sus actuaciones. Al final de todo lo que uno quiere es poder inspirar a la gente. Hay millones de niños ahí afuera que quieren practicar el deporte. No importa de qué país seas, tú puedes. Yo trabajo cada día muy duro para esto.

Por otro lado, los nervios le jugaron una mala pasada al español Miguel Durán, de 20 años, quien nadaba en sus primeros Juegos Olímpicos, dio una salida en falso, pero como no fue intencional le permitieron competir en los 400 metros libres, aunque con la concentración ya en el suelo. Y terminó último con un tiempo de 3:53.40 minutos, más de cinco segundos por detrás del egipcio Marwan Elkamash.

La FINA explicó que el español no fue descalificado, pues la salida en falso vino después de una advertencia dada por el juez a otro competidor y su acto no fue intencional.

Estaba nervioso y escuché algo en la tribuna que me hizo hacer lo que hice. Yo creía que estaba desclasificado, me dijeron que volviera a nadar y después nada más. Me afectó claro la concentración, no tenía cabeza ya, explicó a tras la prueba.