Especialistas en asuntos internacionales consideraron adecuada la posición del gobierno de Enrique Peña Nieto de no responder los ataques de Donald Trump, aspirante a la Casa Blanca, dada la gran dependencia económica de México hacia Estados Unidos.

Eduardo Rosales, académico de la Facultad de Estudios Superiores Acatlán, dependiente de la Universidad Nacional Autónoma de México, estimó que la actual administración está temerosa de una eventual llegada del republicano a la presidencia estadunidense, pues si cumpliera la mitad de lo que ha dicho, el país la pasaría muy mal.

El simple hecho de que ganara los comicios de noviembre próximo provocaría el alza del tipo de cambio, el cual se podría disparar a los 25 pesos; la caída del producto interno bruto (PIB) y el incremento de la inflación, señaló.

Ya en el ejercicio del poder, si el empresario gravara las remesas, se registrarían graves afectaciones para México, dijo el doctor en relaciones internacionales, quien recordó que 85 por ciento del comercio mexicano depende de Estados Unidos.

De ahí el temor del gobierno a expresarse contra el aspirante presidencial. Sus pronunciamientos en torno al candidato han sido muy medidos, porque existen posibilidades de que llegue a la Casa Blanca, añadió Rosales.

Para el profesor universitario, esta posición es la correcta, pues con una dependencia económica de 85 por ciento, México no tiene margen de maniobra y tampoco posibilidades de ser contestatario.

Raquel Saed, de la Universidad Iberoamericana, también señaló que el presidente Enrique Peña Nieto no debe meterse a un debate mediático con Trump, porque es candidato y no jefe de Estado: no están al mismo nivel.

Palabras salidas del hígado

Para qué meterse a discutir con alguien que no ha ganado la presidencia y que todo lo que dice parece que le sale del hígado, indicó la especialista, quien consideró que si el republicano gana, entonces sí hay que fijar posiciones.

Descartó que el empresario se pueda retirar de la contienda, cómo se ha afirmado en días recientes, al explicar que ha ganado adeptos por sus mentiras y porque hay un sector de la población estadunidense que es racista y se identifica con sus posturas.

Saed Grego rechazó que la economía del vecino país tenga severos problemas como para que la población esté descontenta con el desempeño del presidente Barack Obama. De hecho la generación de empleo se ha incrementado, puntualizó.

La investigadora resaltó por último que la idea del enojo y el descontento de la ciudadanía con la situación económica de Estados Unidos fue creada por Trump.