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Puesta teatral que se montará a partir del 11 de este mes en el CCB

Esperando a Godot, un clásico que aborda la decadencia humana actual
 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de agosto de 2016, p. a11

El vértigo de la existencia, la espera, la decadencia, la angustia, el tiempo como símbolo creado por el hombre para distraerse de su angustia, provocada ante el abismo de encontrarse solo son algunos de los elementos que se propone resaltar en la puesta en escena Esperando a Godot, una de las más célebres de Samuel Beckett, la cual, con dirección de José Luis Cruz, tendrá temporada a partir del 11 de agosto en el teatro Orientación del Centro Cultural del Bosque (CCB).

De acuerdo con el creador escénico, el montaje muestra un par de personajes (Estragón y Vladimir) que insistentemente buscan su espacio para encontrarse con Godot, al tiempo que el azar los lleva a cruzarse con otros personajes que representan la decadencia y la maldad con la que el humano trata a sus semejantes, pues, para Beckett, no hay salvación, sólo existe el vacío, explicó Cruz.

Quisimos extraer del texto la parte medular de ese drama contemporáneo, agregó. En Esperando a Godot, Vladimir y Estragón son dos seres marginales, a la espera de alguien que nunca llega e inventan una serie de juegos para transitar por la vida y hacerla menos aburrida.

Para José Luis Cruz, la obra del dramaturgo alemán “nos muestra a través de los diálogos, la decadencia del hombre, la destrucción y la devastación. No hay que olvidar que Beckett se formó en el nihilismo y experimentó la Segunda Guerra Mundial y el lanzamiento de la bomba atómica.

“Para nosotros, la obra representa la espera, el transcurrir del tiempo. Tema que quiere dialogar con la violencia contemporánea, toda vez que vivimos en una urbe y contexto cultural de terror: uno sale de su casa y no sabe si regresará. Los personajes cada noche se exponen a, según el texto, las turbas, porque ya no hay civilización; es decir, el capitalismo salvaje ha destruido la civilización, no hay esperanza ni futuro. ‘No hay nada que hacer’, comienza la obra. ‘Empiezo a creerlo yo también’, contesta el otro.”

Según Cruz, estamos dialogando con lo que ocurría en la década de los 40 y 50 del siglo pasado, y la época contemporánea. Nosotros, dicen los grandes teóricos, hoy estamos en víspera de una tercera guerra (mundial), creo que ya empezó y es una que han denominado de civilizaciones, reflejo de la decadencia de Occidente, entonces el hombre no tiene solución. Esa es la crítica más radical, en la que coincidimos con Beckett.

Puro trabajo actoral

La puesta en escena se sustenta en el trabajo actoral y no hay nada en el escenario, tan sólo los personajes y una rama que cuelga. El juego actoral, sin ningún artificio, va entretejiendo las historias de los personajes.

Esperando a Godot, concluye Cruz, “es un teatro de la posguerra existencialista. La idea es recrear el contexto de la violencia en el cual no hay de dónde asirse. El texto es un parteaguas de la dramaturgia del teatro del absurdo, donde los personajes hallan una fuerza motriz que los mueve al conflicto y canalizan la energía por medio de elementos cercanos al clown y la farsa”.

Actúan Jaime Estrada, Gerardo Martínez Pichi, Sergio Acosta, Evaristo Valverde, Nancy Michel y Aída Flores. La iluminación es de Carlos Mendoza y el vestuario de Aine Martinelli. Esperando a Godot se presentará del 11 de agosto al 4 de septiembre, con funciones jueves y viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18 horas, en el teatro Orientación del CCB (Paseo de la Reforma y Campo Marte).