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El nieto de Diego Rivera seguirá haciendo curaduría sólo una vez al año para arte popular

Juan Coronel anuncia que se dedicará de lleno a lo que más le gusta: la poesía

Presentó su obra African Jamboree, hecha a la usanza de los libros de viaje de los siglos XIX y XX

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Juan Coronel Rivera tiene formación de literato, con estudios en la Universidad Iberoamericana y la UNAMFoto José Antonio López
 
Periódico La Jornada
Miércoles 31 de agosto de 2016, p. a12

La presentación del cuarto libro de poesía de Juan Coronel Rivera (Ciudad de México, 1961), African Jamboree (Talamontes Editores, 2010), viene acompañada de un anuncio: su decisión de dedicarse de ahora en adelante a la poesía, la literatura, a todos los géneros, y a la fotografía, que considera lo suyo, y sólo hacer una curaduría por año, sobre todo en del área del arte popular, porque allí no hay curadores: hay antropólogos que tienen otro tipo de visiones.

El nieto de Diego Rivera es muy conocido como exitoso y socorrido curador, pero poco como poeta, porque después del primer poemario, La luna y otros círculos (1989), dejó de presentarlos, aunque nunca ha dejado de escribir poemas.

Hace 30 años fundó y codirigió con Cristina Kahlo la Galería Kahlo Coronel Arte Contemporáneo y Fotografía, actividad que realizó hasta 1991. Después me absorbió por completo el sistema curatorial, hacía cuatro o cinco muestras al año.

Coronel Rivera tiene formación de literato. Primero estudió en la Universidad Iberoamericana, donde colaboró con otros compañeros en la revista Punto Cero. Luego, en la Universidad Nacional Autónoma de México, cursó la carrera de lengua y literaturas hispánicas y editó El Faro, revista de literatura y arte (1983-1991).

La ansiedad y el viaje

Según el entrevistado, en la poesía uno tiene que encontrar su tono, lo que algunos llaman la voz interior, algo relacionado con el estilo, lo que puedo decir a través de la poesía. Es complicadísima. En African Jamboree expresa temas muy concretos, como la ansiedad y el viaje. El tomo está hecho a la usanza de los libros de viaje de los siglos XIX y XX, ya que hay toda una cuestión metafórica que habla del mestizaje.

El título en inglés de un libro escrito en español obedece al empleo de una idea vinculada con la esclavitud: “Cuando ocupaban parte de África, los ingleses hacían unos jamborees para ir a cazar las grandes bestias –la cubierta del volumen asemeja la piel de un felino–. El jamboree era el lunch que hacían con sándwiches durante la caza.

Lo que hago es darle la vuelta a ese concepto; entonces, describo las ciudades de Occidente como centros contaminados, degradados, donde ya todo está mal, que era como ellos veían a África, porque transportaban allí pedazos de Europa. Yo, al revés, pongo el mundo de la negritud como lo civilizado, el origen de la cultura.

La otra metáfora, explica Coronel Rivera, la de la ansiedad, está relatada por el viaje: “En los años que escribí –los poemas están fechados en 1989 y 1990– me costaba mucho trabajo la idea de desplazarme, sobre todo en avión. Era una cuestión casi aterradora, que me provocaba más la ansiedad. Me interesa mucho por qué los seres humanos anteponemos nuestros sistemas neuróticos para sobrevivir día a día, en vez de buscar otros.

Hay un verso que me gusta, que habla del infierno sólo como un estado de ánimo. Cada quien provoca su ansiedad. Esos son nuestros rasgos neuróticos; sabemos que determinadas cuestiones, de las órdenes que sea, familiares, sociales, emocionales, provocan esto.

Ya que tampoco puede desprenderse de lo visual, el libro contiene dos decalcopoemas, es decir, poemas desprendibles en forma de calcomanía, y debajo se encuentra el mismo texto. Estos poemas transportables tienen un eco surrealista.

–¿A qué etapa pertenecen en tu quehacer estos poemas?

–Las fechas también corresponden a un orden metafórico, salvo la de la publicación, porque los poemas los fui trabajando. Obviamente, no escribí un poema cada día. Escribí algunos durante el viaje y después los retomé, rehice y rescribí los días que faltaban para que tuvieran precisamente este sentido de bitácora de viaje, que era una de las intenciones. Sí, corrijo. Trato de que parezcan que están hechas a la impronta, que tengan cierto sentido de espontaneidad, pero sí les busco contenido, porque muchas veces, cuando uno está en ciertos estados emocionales, parece mejor de lo que realmente tratas de expresar.

Ahora que las veo finalmente me da gusto haber tomado la decisión de dedicarme a lo que más me interesa, no con ningún sentido calificativo, sino simplemente dedicarme a lo que me gusta.

African Jamboree será presentado por Mauricio López Valdés, Matilde Schoenfeld Liberman y el autor el jueves 18 de agosto a las 19:30 horas, en La Casa del Poeta, Álvaro Obregón 73, colonia Roma.