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El Casino Español aloja Los 20 días sagrados del calendario azteca, exposición de Sergio Cruz

Obras de artista michoacano llegan a EU y Europa
 
Periódico La Jornada
Viernes 23 de septiembre de 2016, p. 7

Por segundo año la firma Pineda Covalín, que produce piezas textiles en seda con diseños inspirados en el arte prehispánico, eligió al artista Sergio Cruz Durán (Ucareo, Michoacán, 1948) para incluir en sus estampados un quetzal creado por el pintor.

La empresa tiene una línea, Pintores contemporáneos, mediante la cual promueve y apoya a creadores nacionales al exportar esos productos a los mercados estadunidense y europeo, principalmente.

Las obras plasmadas en carteras, blusas, corbatas y mascadas están presentes en museos de Chicago, Boston y Nueva York; en los parisinos d’Orsay y Louvre, así como en recintos de Iberoamérica.

De Cruz Durán también puede encontrarse en Pineda Covalín su diseño inspirado en Ometéotl, dios mexica de la dualidad: “Con su gran penacho de luz, se extiende hacia el espacio para crear la Vía Láctea, incluyendo a Venus y los demás planetas que se reflejan a través de los grandes lagos, donde se unifica la noche con su gemelo el cosmos. Esencia divina que marca el inicio de la vida, águila y jaguar. Nombre que al pronunciarlo invoca su esencia dual, ome, dos y teotl, esencia”, se explica en las etiquetas de los estampados.

Lograr que su obra sea reconocida de esa manera no ha sido fácil, dice Cruz Durán en entrevista con La Jornada. Hay mucho trabajo atrás, añade, sobre todo luego de que el artista abandonó su profesión de arquitecto a la que dedicó muchos años.

Estudié arquitectura en el Instituto Politécnico Nacional, soy generación 1971. Luego hice un curso en Estados Unidos de inglés, becado en Phoenix, Arizona; después trabajé con el arquitecto Pablo Soler en un proyecto de una ciudad ecológica y obtuve otra beca para irme a Holanda a estudiar asuntos relacionados con la vivienda; estaba de lleno metido en la arquitectura, me gustaba mucho, recuerda.

El artista construyó viviendas para campesinos cañeros en la zona de Puebla, algunas más en Ciudad Valles, San Luis Potosí. Una beca lo llevó a Oxford, Inglaterra, donde se especializó en planificación y diseño urbano, pero poco a poquito se me fue acabando el gas de la arquitectura, pues regresé a México y no pude encontrar trabajo de diseñador urbano. Me fui a dar clases, primero a la Universidad Autónoma Metropolitana y después a Aguascalientes.

Luego de cuatro años de estar en México decidió regresar a Oxford, donde reside desde 1987: Allá comencé trabajando de diseñador urbano; ahí se me acabó el entusiasmo por la arquitectura, porque en Inglaterra hay tantas normas de construcción y de diseño que no se puede ser muy creativo. Todo está muy dado; lo más que se puede hacer es proponer una ventana con medidas fuera de las convencionales y hacerla cuesta mucho.

La crisis en ese país llevó a que la compañía en la que trabajaba Sergio Cruz se fuera a la quiebra; entonces comenzó a enviar dibujos que con anterioridad hacía sólo por entretenimiento a varias casas de arte. Una, Pomegranate, en Estados Unidos, se interesó por su obra y le propuso lanzar sus diseños en calendarios, carteles y tarjetas.

“Ellos desde 1994 a la fecha han seguido publicando mi trabajo. Desde ese año, poco a poco me fui abriendo camino para conseguir exposiciones. La técnica que utilizo no era muy convencional, es pluma y tinta, herramientas que se usan en arquitectura, con un estilógrafo, por ejemplo.

“Sin embargo, conseguí exposiciones en Ámsterdam, Londres y Génova; ahí conocí a muchas personas que están familiarizadas y les gusta la cultura del México antiguo, sobre todo los mayas. En Oxford, desde hace ocho años, tengo una muestra anual.

Mis dos temas son la mitología mesoamericana prehispánica y las plazas urbanas del mundo. A partir de mi colaboración con Pineda Covalín hace dos años estoy imprimiendo otros trabajos en seda. Hay gran diferencia en cuanto a entusiasmo y motivación con respecto a lo que hacía antes como arquitecto, y lo que hago ahora: me siento más libre.

Los 20 días sagrados del calendario azteca, muestra de Sergio Cruz Durán, se presenta en el Casino Español (Isabel la Católica 29, Centro Histórico).