Consejeros del Instituto Nacional Electoral (INE) se confrontaron ayer por el proyecto del PRI para la distritación local en Sonora. Unos lo defendieron y otros se inclinaron en favor de la propuesta panista.

En dos años, el INE ha rediseñado varias demarcaciones electorales para mejorar los niveles de representatividad poblacional y en contadas ocasiones ha habido conflictos en las sesiones públicas.

En la sesión de ayer, y sin ser integrante de la Comisión del Registro Federal de Electores, el consejero Marco Antonio Baños hizo mancuerna con Javier Santiago para defender el proyecto del tricolor y plantear que se analizara junto con el del PAN.

Desde el principio, el presidente de la comisión, Benito Nacif, anunció que para la mayoría el idóneo era el del blanquiazul, aunque será necesario hacerle algunas modificaciones, que decidirá la Junta General Ejecutiva, encargada de formular el proyecto final al Consejo General.

Los representantes del PAN, Ignacio Labra, y del PRI, Alejandro Muñoz, chocaron verbalmente al defender sus respectivas propuestas, una porque fraccionaba menos los municipios y otra por ser menos cara.

El panista reprochó al PRI querer ganar todas, mientras Muñoz reviró que ninguno de los escenarios ha salido al gusto de su partido, pero tampoco ha impugnado.

Para que prevalecieran los criterios técnicos y no los políticos se decidió dejar en el INE las redistritaciones locales.

Enrique Andrade y Adriana Favela respaldaron a Nacif, mientras Baños insistió, a contrapelo de sus colegas, que se revisaran ambos proyectos, mientras el PVEM planteó devolverlo para su análisis.

Tras más de dos horas de debate, por unanimidad los consejeros votaron en favor del escenario planteado por el blanquiazul y sólo pidieron a la Junta General Ejecutiva, que encabeza Lorenzo Córdova, hacer algunas adecuaciones. La más importante, en el distrito de Nogales.