El modelo con que cada año se asigna el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) está agotado, pues antes que privilegiar necesidades básicas y el cumplimiento de derechos fundamentales, los recursos se aprueban con base en una pasarela de funcionarios que buscan obtener esos ingresos para sus entidades e intereses.

Expertos en el tema coincidieron con esta idea al participar en la mesa redonda Frenos y contrapesos en el Presupuesto de Egresos de la Federación, que se realizó la noche del miércoles en el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM con el apoyo de El Colegio Nacional, donde convocaron a redefinir la forma en que se asigna el gasto público.

En representación de la diputada federal Minerva Hernández, quien no pudo asistir al acto, la especialista Érika Silva aseveró que el PEF es aprobado después de un paseíllo de legisladores, gobernadores, presidentes municipales y otros funcionarios que hacen gestiones en su favor y de sus entidades, municipios o dependencias.

La colaboradora de la diputada Hernández sostuvo que hay partidas en las que el presupuesto público se otorga de manera poco clara, como el apartado de donativos.

Tan sólo en el actual ejercicio fiscal, informó, la Secretaría de Educación Pública y otras instancias, otorgaron una importante cantidad de recursos a las fundaciones de dos instituciones bancarias (Bancomer y Banamex), con el argumento de otorgar becas y apoyos para actividades culturales, respectivamente, acciones que corresponden directamente a las dependencias federales y no a esos bancos.

Ricardo Corona, del Instituto Mexicano para la Competitividad, indicó que en muchos casos no existe transparencia sobre la forma en que las distintas dependencias, instituciones y gobiernos locales ejercen los recursos, pero aun cuando hay denuncias en caso de encontrarse irregularidades, no pasa nada.

Lamentó que parte del ejercicio presupuestal “se arrebata a programas vinculados a los derechos humanos de los ciudadanos como educación y salud, para mandarlos al llamado Ramo 23, cuyo objetivo son las contingencias salariales y eso abre la puerta a la discrecionalidad y opacidad del gasto (…) El presupuesto se aprueba con un desfile de funcionarios haciendo gestiones para obtener dinero para sus estados”.

Jorge Chávez Presa, subdirector de Infonavit, ex diputado federal y especialista en temas de presupuesto, indicó que es necesario que en el Congreso se haga una labor de pesos y contrapesos para dar un mejor manejo al gasto público.