Las presidentas municipales de Oxchuc y Chenalhó, Chiapas, no han tomado posesión de sus cargos a causa de las divisiones internas en sus comunidades, y no por una cuestión de género, afirmó ayer Felipe Arizmendi Esquivel, obispo de San Cristóbal de las Casas.

Los conflictos vuelven peligroso que María Gloria Sánchez y Rosa Pérez Pérez sean reinstaladas en Oxchuc y Chenalhó, respectivamente, indicó. Incluso, existe el riesgo de que la disputa se torne sangrienta, advirtió en una misiva.

Hace un año ambas ganaron las elecciones. Sin embargo, ninguna ha podido ejercer su cargo debido a las constantes manifestaciones en su contra. Sánchez ni siquiera ha tomado posesión. A Rosa Pérez la presionaron, con la retención de dos diputados locales, para que renunciara al cargo.

A pesar de que el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) ordenó que ambas mujeres fueran restituidas en la alcaldía, las sentencias no se han cumplido.

El interés por el dinero, por administrar los recursos impide cualquier negociación y acuerdo, sostuvo Arizmendi. Con motivo de un mensaje religioso previo al fin de año, lamentó que no hay la paz social que anhelamos en esos lugares.

Sostuvo que con bloqueos carreteros, que dañan a las comunidades y al turismo, presionan para quedarse con el poder. ¡Cuánta guerra, subterránea o abierta, entre los candidatos de partidos políticos!, deploró.