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El reto es modificar los apoyos conforme a las necesidades existentes: Amieva Gálvez

Con programas sociales paliará el gobierno crisis por gasolinazo

La gente no puede comer peor o no hacerlo, enfatiza

Afirma que la liberación de precios sólo beneficia a distribuidores

Dice que buscará ligar la producción del campo con el consumo

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El titular de la Secretaría de Desarrollo Social local, José Ramón Amieva Gálvez, resaltó que en la actualidad el gobierno capitalino apoya a 26 mil de las 40 mil familias que presentan problemas alimentarios. En la imagen, reparto de becas en el Monumento a la Revolución, en febrero pasadoFoto Franciso Olvera
 
Periódico La Jornada
Domingo 8 de enero de 2017, p. 26

Mediante sus programas sociales el Gobierno de la Ciudad de México buscará paliar la inercia negativa que generó la liberación de los precios de las gasolinas y procurar que las familias más vulnerables cuenten con ingresos que les permitan afrontar de la mejor manera esta crisis económica, explicó el secretario del ramo capitalino, José Ramón Amieva Gálvez.

El funcionario detalló que a pesar de que la Asamblea Legislativa aprobó el presupuesto para este año antes del anuncio de los incrementos de precios de gasolinas, gas y luz, el reto es mantener no sólo el estándar de calidad y eficiencia de los programas sociales, sino que de acuerdo con las necesidades existentes se modifiquen con el fin de que las personas que se encuentra en pobreza extrema salgan de ésta.

La gente no puede comer peor o no hacerlo, y en condiciones desiguales la población no puede dejar de recibir los programas sociales, esto se va a lograr con la distribución justa y honesta del presupuesto. Lanzaremos las licitaciones para que participen los proveedores que aseguren los insumos con la misma calidad al precio más accesible. Es un esfuerzo que tendremos que hacer todos, remarcó.

En entrevista, el titular de la Secretaría de Desarrollo Social local recordó que en la actualidad se apoya a 26 mil de las 40 mil familias que, de acuerdo con el más reciente reporte del Consejo Nacional de Evaluación, presentan problemas alimentarios.

Si no logramos que esas familias dejen la pobreza, no podremos atender a las 14 mil restantes, o peor aún, si el número de éstas aumenta se tendría que generar un incremento de los programas y no sólo caeríamos en un estancamiento, sino en un retroceso, admitió.

Amieva Gálvez puntualizó que el incremento al precio de los combustibles sólo favorece a los distribuidores, pero no a un sector popular, por lo que, señaló, hoy más que nunca el pensamiento sobre la desigualdad económica del especialista inglés Anthony B. Atkinson, fallecido en las primeras horas de 2017, es más vigente que nunca: Decía que el gobierno, el Estado, tiene un papel muy importante para establecer esquemas de control, de vigilancia para evitar que la pobreza se dé en un país, recordó.

El secretario visualizó tres retos: mejorar el ingreso, acompañado del tema alimentario con los programas sociales; potenciar o hacer más eficiente el uso del presupuesto para que alcance a cubrir las metas programadas, y ligar la producción que se tiene en el campo con el consumo.

Amieva Gálvez comentó que el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera Espinosa le solicitó elaborar un programa específico que permita la adquisición de insumos de campo para la alimentación de las personas en la ciudad.

Esto es muy importante porque lo ilógico que puede presentar una sociedad es que, por un lado, haya personas con problemas de salud debido a la desnutrición y, por el otro, tenga males por obesidad. Entonces, tenemos que recurrir a los sistemas de producción tradicionales del campo, y adquirir a precio justo los productos y distribuirlos entre quienes lo necesitan, argumentó.

El funcionario amplió que esto se suma a las cadenas cortas de producción, donde lo único que hace el gobierno es facilitar los espacios a los agricultores para comercializar de manera directa sus cultivos y con ello acabar con el costo adicional que genera el intermediarismo.

Aseveró que se mantiene en pie el proyecto para construir un huerto urbano sobre una superficie de 2 mil 400 metros en la Magdalena Mixhuca, para lo que se cuenta con un presupuesto de 22 millones de pesos.