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Mandatario de EU ordena reconstruir las fuerzas armadas

Estatua de la Libertad, reducida a lágrimas, dice líder musulmán
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En Nueva York, musulmanes y activistas por los derechos de migrantes participan en una protesta silenciosa contra la política migratoria de Donald TrumpFoto Afp
Corresponsal
Periódico La Jornada
Sábado 28 de enero de 2017, p. 9

Nueva York.

La Estatua de la Libertad ha sido reducida a las lágrimas, afirmó un líder islámico estadunidense ante la orden ejecutiva firmada ayer por el presidente Donald Trump que prohíbe el ingreso de refugiados de varios países, mayoritariamente musulmanes, a Estados Unidos; por otro lado, dio órdenes para reconstruir las fuerzas armadas –incluido el arsenal nuclear–, en parte para prever su uso en regiones de donde huyen estos mismos refugiados.

Trump firmó la orden ejecutiva suspendiendo todo el programa de admisión de refugiados durante 120 días e impuso una prohibición de ingreso durante 90 días a toda persona (o sea, no sólo refugiados) proveniente de ciertos países con actividad terrorista –éstos fueron identificados como Siria, Irak, Irán, Yemen, Sudán, Somalia y Libia.

En el caso particular de Siria, frena el flujo de refugiados de manera indefinida. Después de una supuesta evaluación sobre amenazas potenciales de refugiados de estos países, se propone una más intensa verificación de refugiados potenciales de varias naciones con poblaciones mayoritariamente musulmanas para excluir a “terroristas islámicos radicales.

Queremos asegurarnos de que no estamos admitiendo en nuestro país las mismas amenazas contra las cuales luchan nuestros soldados en el extranjero. Sólo deseamos admitir a los que lo apoyarán a y aman profundamente a nuestro pueblo, declaró al firmar las órdenes en su primera visita al Pentágono como comandante en jefe, con su nuevo secretario de Defensa, el general (retirado) James Mattis, a su lado.

A la vez, bajo esta orden se reduce el número de refugiados que serán admitidos a la mitad de los anteriormente autorizados por el gobierno de Barack Obama, o sea sólo 50 mil del tope anterior de 117 mil. Pero por ahora, el influjo queda congelado. Aún no había información sobre qué sucede con los que estaban en medio del proceso de ser autorizados para ingresar.

La medida también incluye instrucciones para la elaboración de una lista de naciones a cuyos ciudadanos se les debe negar el ingreso a Estados Unidos hasta que sus gobiernos puedan ofrecer suficiente información para verificar que no son amenazas a la seguridad.

Sin embargo, se ofrecerá consideración especial a refugiados cristianos de esas mismas regiones, informó Trump un poco antes.

El año fiscal pasado, unos 85 mil refugiados fueron admitidos en Estados Unidos, incluidos poco más de 12 mil 500 de Siria.

Defensores de derechos humanos, civiles y de refugiados, junto con organizaciones religiosas musulmanas, católicas, judías, así como políticos, denunciaron las medidas como contrarias a los valores y prácticas de un país fundado y creado por refugiados e inmigrantes.

James Zogby, presidente del Instituto Árabe Estadunidense, declaró que Trump debería de leer las palabras en la Estatua de la Libertad, invitando a los pobres y los que desean la libertad del mundo, afirmando que para decenas de millones de estadunidenses que son inmigrantes o descendientes de inmigrantes, esas palabras definen el significado de nuestro país y su promesa al mundo. En un día, nuestro nuevo presidente ha violado esa promesa, dañado el significado de esta nación y reducido a lágrimas a la Dama en el puerto.

El senador Charles Schumer, líder de la minoría demócrata, usó la misma imagen de las lágrimas de la Estatua de la Libertad, al declarar que con esa orden, “una gran tradición de Estados Unidos, dar la bienvenida a inmigrantes, que ha existido desde la fundación… fue pisoteada”.

Algunos ya están previendo acción legal, ya que es inconstitucional aplicar políticas basadas en una religión.

Fiesta militar

La segunda acción de Trump fue girar instrucciones para iniciar el proceso de reconstruir las fuerzas armadas del país incluyendo las armas nucleares. En el Pentágono, afirmó que sus esfuerzos llevarán a “una gran reconstrucción de las fuerzas armadas de Estados Unidos –nuevos aviones, buques, recursos y herramientas para nuestros hombres y mujeres en uniforme”.

La acción ejecutiva incluye instrucciones para que el Pentágono realice tanto una evaluación de su estrategia general como de lo que se llama el disuasorio nuclear.

El memorando presidencial instruye a Mattis hacer, dentro de 30 días, una evaluación del estado de las fuerzas armadas, incluyendo las nucleares, con recomendaciones sobre pasos para mejorarlas, empezando este mismo año. El documento no fue inmediatamente difundido, y por lo tanto no se saben más detalles.

Sin embargo, en un borrador obtenido por medios esta semana se indicaba una disposición para invertir en armas nucleares y en ampliar las llamadas fuerzas de operaciones especiales. Instrucciones que podrían quedar incluidas en la versión final prevén no sólo evaluar el nivel de preparación militar para enfrentar los desafíos de la llamada guerra contra el terrorismo, sino también contra potenciales enemigos como Rusia y China.

Trump se reunió por primera vez con los altos mandos militares a puerta cerrada, donde, según un vocero del Pentágono, hubo consenso sobre acelerar la campaña contra el Estado Islámico y elevar la preparación para combate ahora y en el futuro.

Poco antes este día, durante su reunión en la Casa Blanca con la primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, fue interrogado una vez más sobre su posición en torno a la tortura, después de haber dicho que cree que sí funciona, y respondió que aunque no necesariamente estaba de acuerdo con Mattis, se subordinaría a su decisión. El secretario de Defensa ha dicho que no apoya esas técnicas.

Mientras, la Casa Blanca anunció que se ha programado para este sábado la primera llamada oficial entre Trump y su contraparte rusa, Vladimir Putin.

Aunque el tema de protestas y marchas ha marcado la primera semana de Trump, incluyendo la masiva Marcha de las mujeres de aproximadamente 4 millones de personas (más medio millón en Washington) en repudio a sus políticas, hay otras que parecen ser del agrado del nuevo gobierno. Ayer, el vicepresidente Mike Pence se sumó –y habló ante– al mitin y marcha pro-vida (o sea, contra los derechos reproductivos de las mujeres), el primer ocupante del gobierno en atreverse a presentarse en los 44 años de esta actividad anual.

Y Trump, como siempre, tuvo tiempo de criticar a sus críticos, desde Madonna contra su participación en la marcha, a quien consideró asquerosa, y la actuación satírica de Alec Baldwin interpretando a Trump en Saturday Night Live, opinando que es terrible.

Mientras, después de escalar en la lista de los libros más vendidos en Amazon, 1984, de George Orwell, llegó al primer lugar y ayer se reportó que está agotado en todas sus versiones. La editorial Penguin se apresura para vender más. Trump ha provocado, comentaron algunos, que este país por fin se ponga a leer libros.